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Así como en los noventa se adoptaron los tubitos luminosos de neón como accesorio de fiestas y conciertos, desde hace unos años las terminaciones coupé en carrocerías utilitarias se han vuelto el trazo preferido de los diseñadores automotrices.
En el mundo de los autos, podría identificarse al BMW X6 como el primero de estos ejemplares, sin embargo, es poco claro cómo fue que las SUVs coupés se convirtieron en sinónimo de diseño vanguardista y un “must” para las marcas asociadas con esa idea.
Si hay que señalar a una marca que le ha sacado muy buen partido a esta tendencia es Audi , quienes además de uniformar a casi todo su portafolios con este estilo, bajo la denominación Sportback ; lo han hecho de manera destacada.
A diferencia de algunos de sus competidores, la ejecución coupé en sus SUVs combina elegancia y personalidad con una propuesta diferenciada de la versión “regular”. La más reciente muestra de esto es la llegada de la e-tron Sportback .
Este representa “segundo” modelo eléctrico de Audi en nuestro país y además de lucir una silueta mucho más refinada que la versión que se vende desde hace más de un año en México, incorpora novedades y actualizaciones que lo convierten en uno de los autos más modernos, no solo de nuestro mercado, sino del mundo.
La más notable de ellas es la ausencia de espejos laterales. En su lugar, encontramos el primer auto de producción global que adopta un par de “ bracitos ” en los que se alojan cámaras de alta definición que hacen la función de retrovisores.
Asimismo, la caída del pilar C en la parte posterior del auto, hace que la silueta de la e-tron Sportback tenga guiños al diseño de un auto deportivo y se perfile a un mercado más juvenil que la primera propuesta eléctrica de Audi.
Otra de las novedades más destacadas del nuevo Audi e-tron Sportback está en los faros delanteros, los cuales mantienen el diseño de la versión regular. Sin embargo, adoptan la tecnología Matrix LED, que además de ser mucho más luminosa para mejorar la seguridad del manejo nocturno, brindan mucha identidad a este modelo.
Esto, gracias a la posibilidad de configurar el diseño de proyección de la luz contra el piso o muros cercanos. Es decir, mediante la pantalla central del auto, podemos elegir el dibujo luminoso que la Audi e-tron Sportback tendrá hacia el frente.
Si bien en la práctica hay muy pocas diferencias desde la perspectiva del conductor, resulta sumamente agradable encontrar que las luces externas de nuestro auto pueden ser modificadas como si se tratara de los láseres de un concierto de música electrónica.
Puertas adentro, encontramos una cabina que fácilmente podría ser definida como una de las mejores de la actualidad. Es una combinación entre pantallas, luces que definen el espacio de cada componente del interior, botones que no dejan toda la responsabilidad a los monitores y, por supuesto, materiales de primera calidad.
Por si esto fuera poco, la ausencia de espejos laterales da espacio a dos pequeñas pantallas donde el conductor puede revisar los alrededores para estacionarse o cambiar de carril mientras maneja.
Acostumbrarse a este modo de manejo no toma más de cinco minutos, pues una vez familiarizado con el movimiento de cabeza que se requiere para cerciorarnos de que podemos cambiar de carril, se vuelve natural.
Mecánicamente hay muy pocos cambios. Se mantiene el paquete de baterías que permite a esta SUV recorrer 440 kilómetros con una carga y genera potencia equivalente a 408 caballos de fuerza y 489 libras-pie de torque .
No obstante, una interesante novedad es la aparición de la función boost . La cual recupera energía de las maniobras de frenado para proveer una aceleración súbita cuando configuramos el auto bajo el modo de manejo “ sport ”.
Cuando se activa esta función, podemos gozar por ocho segundos de 48 caballos de fuerza más que en la configuración normal. Esta es una prestación bastante agradable, pues le brinda un comportamiento similar al de un auto deportivo a un vehículo de dimensiones familiares. Además, esto resulta sumamente útil para maniobras de rebase apretado en carretera o simplemente, para sentir el poder adherido a un auto eléctrico.
El precio a pagar por uno de los autos más tecnológicos de nuestros días es elevado. Sin embargo, considerando el perfil a quién va dirigido, hace sentido pagar dos millones de pesos por la nueva variante eléctrica de Audi.
