Audi presenta el A6 como referente un referente de lujo y tecnología
para los modelos que le disputan el exigente mercado: el BMW Serie 5 o el Mercedes-Benz Clase E.
Ante tal seguridad de parte de los anfitriones , desde el comienzo de la experiencia con el Audi A6 hubo una actitud de escepticismo de mi parte en un recorrido que nos llevó de Porto a una región montañosa a 200 kilómetros del punto de partida.
Entrar en el Audi A6 es una especie de inmersión a lo desconocido, pues es tan variada la serie de opciones de equipamiento en estilo y materiales, que prácticamente uno no sabe qué va a encontrar dentro de este sedán. No obstante, algo que ha mantenido la marca, y que merece todo el reconocimiento es que en cada una de las configuraciones existe una serie de acabados de primer nivel, inteligencia en el diseño y practicidad en el uso para que no solo sea bonito, sino que sea fácil para usarse.
Dependiendo de la versión que se elija (Select, Elite y S Line), uno puede seleccionar si quiere un interior sobrio y elegante , uno lujoso y de corte brillante o, bien, uno que resalte los elementos más arriesgados y apele al desempeño del nuevo Audi A6 . Todos ellos tienen el común denominador de que nada sea excesivo y la selección de elementos brinde una atmósfera armónica y relajada.
Audi entiende lo importante que es cubrir los elementos que convierten a un auto digno de pertenecer al apartado de modelos de lujo. No obstante, también son concientes que la actualidad exige la cobertura de la mejor conectividad hacia la vinculación de dispositivos celulares.
Así pues, apuestan a una distinción de su competencia con la implementación del sistema operativo MMI touch (también presente en los ejemplares A7 y A8). A través de éste, los conductores podrán ser capaces de personalizar la interfaz digital del auto para que conozca sus preferencias en cosas sencillas como el tipo de música que regularmente escuchan o cosas más complejas como los hábitos de manejo en cuanto a posición del asiento, configuración de la suspensión y soltura del motor. Este conjugado de tecnologías es operado de manera vocal con comandos que han sido programados para un uso coloquial. Es decir, uno puede pedir “coloca el A6 como me gusta” y el auto se modificará a como sabe que manejamos.
El nuevo Audi A6 no es revolucionario en tecnologías en cuanto a infoentretenimiento y amenidades de comodidad, sin embargo, reinventa y perfecciona prestaciones que, si bien no son necesarias, convierten a este en un verdadero vehículo de lujo. Los asientos delanteros tienen la posibilidad de dar cinco tipos de masajes que, más allá de solo activar una serie de mecanismos que soban la espalda, realmente activan y relajan la espalda para viajes largos o grandes espacios en el pesado tránsito de la ciudad.
Donde el nuevo Audi A6 sí resulta un parteaguas para el segmento y la industria misma es en su operación mecánica, pues con ligeras modificaciones al principio más básico de cómo se mueve un auto, han creado un ejemplar cuyas mayores virtudes podrían pasar inadvertidas.
Tal es el caso del eje trasero del auto, el cual ha sido desarrollado para poder girar de manera independiente y contraria al comportamiento del eje delantero.
Tan simplista como suena esto, representa una considerable innovación y algo exclusivo de la firma de los cuatro aros para hacer maniobras de manejo mucho más agradables y sencillas.
Cuando el eje trasero tiene la posibilidad de tener un movimiento independiente al de la dirección del auto, es más sencillo hacer movimientos en espacios reducidos para estacionarse o para salir de un lugar apretado.
Sin embargo, la aplicación de este principio es aún más agradable en carretera, pues el movimiento de hasta 15 grados del eje trasero en curvas se traduce en un movimiento extremadamente suave en la parte trasera del auto, haciendo que el marearse en los asientos traseros sea prácticamente imposible.
El mercado mexicano solo recibirá de manera inicial una versión mecánica del nuevo Audi A6, la cual consta de un motor V6 de 3.0 litros turbo que genera 340 caballos de fuerza y 500 Nm como capacidad de torsión. Está acoplado a una transmisión automática de siete velocidades y tiene la configuración de tracción integral que la marca ha acuñado por más de 30 años con el nombre de “quattro”.
Este propulsor, si bien no es híbrido, cuenta con un par de sistemas que proveen de energía para su eficiencia y mejora el arranque de funcionamiento. Este sistema lleva por nombre mild-hybrid (MHEV) y se compone de un sistema eléctrico principal de 48 voltios que funciona como alternador y soporta las operaciones de encendido y apagado predicado entre los siete y 22 kilómetros por hora.
Tales avances en tecnología y cifras de desempeño se ven traducidos en un manejo de corte ejecutivo. Es decir, con potencia pero sin agitaciones. La fuerza del motor es suficiente para alcanzar altas velocidades en pocos segundos pero nunca sentir que estamos en una experiencia que nos pueda despeinar para una importante junta de negocios.
Además, esto se ve fortalecido por la ampliación del espacio interior para generar una sensación de poder ir extremadamente cómodos y pensar que podríamos estarlo aún más si nos lo propusiéramos.
En estricto sentido, el Audi A6 se coloca en la gama inicial del mayor lujo de una marca que se distingue justo por eso, el lujo. Sin embargo, visto desde una óptica más aterrizada, este vehículo es un avión de dimensiones reducidas. Y no cualquier aeronave, sino una que abre la brecha del lujo tanto para empresarios o una súper estrella de la industria del entretenimiento.
El nuevo Audi A6 llega a México en octubre acompañado de la otra serie de modelos que definirá la identidad de la compañía en los próximos años como el A7 y la SUV Q8.
Veo distante el escenario en el que tenga este vehículo personal. No por alguna razón en especial, sino por el simple y sencillo hecho de que no soy un hombre de negocios, sin embargo no se me ocurre una mejor opción para eso que el nuevo Audi A6.