En medio de la pandemia del coronavirus , Aston Martin ha reactivado sus actividades en su fábrica de Inglaterra, y lo hicieron con la producción de un vehículo especial que regresará luego de 55 años de haber nacido.
El Aston Martin BD5 de la película Goldfinger de James Bond tendrá un segundo aire, pues la firma británica decidió construir 25 ejemplares completamente nuevos, los cuales ya están vendidos por un precio de 3.4 millones de dólares cada uno.
El primer ejemplar ya fue construido, tomó 4,500 horas en total de meticulosa fabricación e inspección de todo el equipo, y la firma británica liberó el siguiente video para dar a conocer la noticia y conmemorar la ocasión.
En este video podemos observar que han cargado al auto clásico con todos los artilugios del espía británico. Del frente se despliegan un par de “puntas de metralleta” que simulan el sonido y acción de disparar, por la parte trasera se levanta un panel para proteger al conductor de los malos que lo sigan e incluso un radar como el que se vio en la película en la parte de adentro.
De acuerdo con Aston Martin, estas réplicas exactas del auto conducido por Sean Connery en la película Goldfinger ya fueron vendidas casi en su totalidad, a los coleccionistas más importantes de la marca.
Sin embargo, y debido a las regulaciones de construcción de autos actuales, estas réplicas no serán legales de conducir en las vías públicas en la mayoría del mundo, pero los dueños podrán divertirse con el nuevo DB5 en pistas privadas.
Mecánicamente, es casi idéntico al DB5 original, pues tiene solamente un par de retoques modernos en el motor de 6 cilindros en línea de 4.0 litros de desplazamiento para elevar ligeramente la potencia, que originalmente era de 282 hp.
Finalmente, Aston Martin aseguró que no será el último modelo retro que traerán a la vida moderna, pues la división Continuation, tiene en mente un par de íconos de la marca que pronto podrían regresar al catálogo de los ingleses, de igual manera con una producción limitada para los amantes de la marca.