Con bombo y platillo, McLaren Applied Technologies presentó el prototipo MCLExtreme (MCLE), un ambicioso adelanto de lo que podría ser la Fórmula 1 en 2050 , año en el que el campeonato del “gran circo” celebrará un centenario de historia.
Para que el flamante MCLE tomara forma, se consultó a especialistas en aerodinámica, motores o diseño , así como a los aficionados. Por eso, elevar la velocidad promedio de los bólidos era un aspecto obligatorio que, en la actualidad, parece complicado dadas las regulaciones en torno a la aerodinámica.
No obstante, el director McLaren Applied Technologies Motorsport, Rodi Basso , confía en que más adelante las escuderías ya tendrán “la posibilidad de realmente explotar los límites de la aerodinámica activa como parte del desarrollo natural de su auto”. Esta modificación iría de la mano con autos “cero emisiones” mediante baterías plegables y recargables.
Así, la generación de 2050 alcanzaría 500km/h en las rectas, pero sin poner en riesgo la estabilidad y control del auto en las zonas de curvas o frenado. Para ponerlo en perspectiva, la temporada pasada el finlandés Kimi Räikkönen registró la vuelta más rápida en la historia de la F1 sobre la pista de Monza, con un promedio de 263.5 km/h.
No solo los autos cambian
Sobresale otro elemento peculiar: un copiloto que, con Inteligencia Artificial, leerá la mente del piloto, le dará indicaciones y estrategias, basado no solo en las condiciones de carrera, también valorará el estado físico y psicológico del volante.
El piloto, además, portará un traje fabricado con materiales de alta resistencia
que mantendrá sus niveles vitales controlados pese a las altas velocidades que alcanzarán. Mientras que sus emociones se reflejarán en la cabina del auto; por ejemplo, el auto de Räikkönen hubiera proyectado intensas luces rojas cuando descubrió que su equipo no conectó el sistema de hidratación para el GP de Hungría 2018.
Y para que estas novedades luzcan, los circuitos tendrán que avanzar a la par. De ahí que McLaren piense en circuitos más prolongados, con curvas extremas e, incluso, zonas de barreras y techos transparentes que harán sentir al espectador aún más cerca de la acción.