Hasta el día de hoy, los compresores eléctricos que sobrealimentan la cámara de combustión de oxígeno solamente eran ocupados por cortos periodos de tiempo antes de que un turbocargador convencional tomara las riendas de toda la tarea.
Sin embargo, una empresa ubicada en Inglaterra, de nombre Aeristech , ha creado un propulsor eléctrico que puede ser utilizado la mayoría del tiempo para aumentar la potencia del motor con una mayor entrada de aire, sin tener que ser interrumpido por el funcionamiento del turbocompresor.
Para comprender su funcionamiento, primero es necesario explicar cómo trabaja un turbocargador convencional. Este componente es controlado por la energía liberada de los gases del escape, por lo tanto, mientras más energía haya circulando por el sistema de escape, más rápido responderá un turbo.
Cuando se rueda a bajas velocidades, la energía liberada es poca, por lo que la respuesta es más tardada en comparación a otros componentes que no requieren de los gases del escape para su funcionamiento, como lo es este nuevo motor eléctrico.
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Sin embargo, uno de los mayores enemigos de todo motor eléctrico es el calor que se genera por la energía liberada, y esa no es la excepción para los sobrecargadores alimentados por baterías.
Pero ese no es el caso de este motor , pues Aeristech diseño un esquema que le permite al “e-booster” emitir menor cantidad de calor sin sacrificar la cantidad de torque. Esto significa que puede ser usado por todo el tiempo para aumentar la potencia del motor, reemplazado por completo el “caracol” que se alimenta de los gases del escape.
La arquitectura de este nuevo componente eléctrico permite controlar de manera separada las revoluciones del motor interno y la cantidad de torque que se genera. Normalmente, estos dos elementos se controlan juntos por un mismo módulo, pero este nuevo régimen permite aminorar el calor generado disminuyendo las RPM del motor , utilizando energía ya generada.
Para darnos una idea, un propulsor eléctrico similar de estas características puede dar hasta 70 mil rpm antes de que el software del controlador electrónico limiten su uso por riesgo de incendiarse, mientras que este nuevo “e-booster” puede girar hasta las 120,000 rpm sin necesidad de intervenciones de seguridad.
Los beneficios de hacer una transición a los aumentos de potencia eléctricos tienen una serie de ventajas importantes. Primero, podrían ser utilizados sin problema en motores de poco desplazamiento , entre 1.2 y 1.5 litros, que consumen menos combustible y por lo tanto generan menos emisiones contaminantes.
Incluso, al eliminar un turbocargador normal de un bloque pequeño, el convertidor catalítico puede colocarse más cercano al cuerpo del escape, lo qu e limpiaría aún más las emisiones del motor.
Por el momento, este componente se encuentra en etapas finales de pruebas, y se ha demostrado por sus mismos creadores que este motor igualmente puede alimentar componentes como bombas de aire refrigerantes, aquellas utilizadas en los vehículos híbridos o eléctricos para mantener al paquete de baterías en su temperatura óptima.
¿Será que en algunos años nos tocará despedir al turbocargador de los autos o se mantendrá con vida para aquellos puristas de la deportividad?