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Este domingo, la Fórmula 1 hace escala en el Hockenheimring de Alemania , circuito que en el año 2000 atestiguó una de las carreras más recordadas en la historia del 'Gran Circo'. Aquella vez, se impuso el brasileño Rubens Barrichello pese a partir del decimoctavo cajón.
Esa temporada, Rubinho se acababa de incorporar a las filas de Ferrari y, por ende, tenía que velar por los intereses del alemán Michael Schumacher . Sin embargo, su vasta experiencia no evitó que chocara su monoplaza en la qualy, por lo que tuvo que recurrir al auto de reserva.
Tras varios ajustes al bólido de emergencia, al piloto nacido en Sao Paulo apenas le alcanzó para calificar en el puesto 18 y, desde ahí, orquestó un regreso que parecía imposible.
Todo empezó con el choque entre 'Schumi' y el italiano Giancarlo Fisichella en la primera curva; y, mientras se daba el caos en la delantera, Barrichello escaló ocho lugares en la vuelta inicial.
Más tarde, irrumpió un exempleado de Mercedes en la pista, ataviado con una especie de sábana blanca donde plasmó su queja contra la empresa que lo había despedido recientemente.
Esta extraordinaria protesta obligó a la primera aparición del safety car, el cual volvió a falta de 15 vueltas para el final, tras el accidente del francés Jean Alesi .
Al reanudar el ritmo, el brasileño ya se había colado hasta la tercera posición. Y, para la vuelta 30, se desató la lluvia que lo ayudó a completar la hazaña pues, en lugar de entrar a boxes como el resto de los pilotos, Barrichello y su equipo apostaron por mantener las gomas para pista seca, dejando atrás a los McLaren del finlandés Mika Häkkinen y del británico David Coulthard .
Así, el 4 de Ferrari consiguió la primera victoria de su palmarés en la máxima categoría y, de paso, devolvió a la bandera de su país a lo más alto del podio tras siete años de espera (la última vez había sido cortesía de Ayrton Senna , en Australia).
Pero este Gran Premio no solo le cambió la vida a Rubens , también al autódromo alemán pues el choque de Alesi , la invasión del exempleado y las quejas por la falta de visibilidad desde las gradas sentaron las bases para su remodelación un par de años después. Así, el Hockenheimring pasó de casi siete kilómetros de longitud a los 4.574 kilómetros actuales.