En su momento fue el radio o el tipo de estéreo en un auto. Poco después, el tablero digital, el quemacocos, los elevadores eléctricos de las ventanas y así, a lo largo de la historia, han habido elementos en el equipamiento de los coches que las marcas buscan destacar para convencer a los clientes indecisos.
Hoy, si una marca quiere jactarse de tener una conectividad de vanguardia, debe ofrecer un sistema de infoentretenimiento que permita vincular el smartphone del conductor mediante Apple CarPlay o Android Auto.
Estas son plataformas sumamente útiles, de funcionamiento intuitivo y que brindan una universalidad al usuario sin importar la marca del coche que se utilice.
No importa si tu hijo tiene un Mazda, tú puedes usar este mismo sistema en un Ford y de esa manera, no hay necesidad de aprender a usar la interfaz nativa de cada coche para reproducir tus canciones favoritas o usar el sistema de navegación.
Además, una de las grandes ventajas de estas plataformas es que, como su nombre lo dice, se hace uso de las apps que están alojadas en el sistema operativo del smartphone del conductor o pasajero para que entonces la música que se reproduce sea de Spotify (o el servicio de streaming preferido), la navegación se haga mediante Google Maps o Waze y los contactos estén en la memoria del mismo celular.
En pocas palabras, es muy útil porque lo que pasa en nuestro celular, se refleja en la pantalla de nuestros coches y viceversa.
Otra gran ventaja de estos programas es que son considerablemente fáciles de instalar en la “computadora del auto” y de esa manera, un coche no necesita ser precisamente nuevo para instalarle estas interfaces que mejoran muchísimo la experiencia de manejo. Sin embargo, es ahí donde reside el problema del Apple CarPlay y el Android Auto.
En sí mismo, estas plataformas no tienen ningún tipo de problema. Sin embargo, donde su uso deja de ser ideal es cuando las marcas quieren hacerle creer al cliente que, porque su “nuevo modelo” las tiene, se trata de un auto moderno.
Si bien es cierto que casi todos los autos nuevos cuentan con sistemas de infoentretenimiento que pueden soportar estas plataformas, existen algunos modelos que cambian de imagen, se les agrega el Apple CarPlay y el Android Auto y así, buscan ser vendidos como una novedad total.
Tal es el caso del recientemente presentado Nissan March 2021 , en donde se modificó su imagen, cambiaron los materiales de su equipamiento interior, se le agregaron las plataformas Apple CarPlay y Android Auto y aumentó el número de bolsas de aire.
Sin embargo, quedaron descuidadas muchas áreas de seguridad que son indispensables en un coche moderno.
Desde un punto de vista personal, considero que es más importante que un auto tenga sistema de control de estabilidad para viajar más seguro que el tener Apple CarPlay.
Lo mismo sucede con la nueva Hyundai Creta , donde la versión más básica cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, pero solo cuenta con dos bolsas de aire, cuando la generación anterior contaba con seis desde la variante más austera.
Es probable que no exista una relación entre la presencia de estas plataformas con la ausencia de equipamiento de seguridad en algunos autos recientemente presentados, sin embargo, es importante que como clientes no nos dejemos llevar por el “espejito” de los sistemas de infoentretenimiento a costa de cosas más importantes.
Al tener esto en cuenta, podemos hacer una compra más inteligente y que puede hacer rendir nuestro dinero de mejor manera, pues en unos años el Apple CarPlay y el Android Auto se volverán el estándar en el equipamiento de los coches.
Lo mismo debería de suceder en el equipamiento de seguridad de los autos, pero mientras el mercado no lo exija, las marcas que ofrecen lo mínimo para ahorrarse unos pesos, no lo harán.