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Revisar la presión de las llantas del auto es una tarea que se tiene que hacer con frecuencia, pues mejora el consumo, manejo y durabilidad de los neumáticos. Sin embargo, en caso de que tu auto tenga llanta de refacción , quizá no lo revises su inflado tan seguido.
Para salir de dudas y siempre tenerla lista, sobretodo porque nunca se sabe cuándo se va a utilizar, te compartimos la presión de inflado. Esto cambia si es una llanta de tamaño completo o de tipo galleta, que son más angostas que el resto.
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La llanta de refacción lleva un inflado diferente
A pesar del poco uso que le puedas dar a la rueda de refacción, siempre debe estar inflada a la presión necesaria. Sin embargo, esto puede cambiar según el tipo de llanta de refacción que tenga cada auto.
En el caso de las llantas de repuesto de tamaño idéntico, o ligeramente más pequeño que las 4 que trae de uso normal, la presión deberá rondar entre los 30 y 38 PSI (libras por pulgada cuadrada, por sus siglas en inglés). Esto puede verificarse en el manual de usuario o en la estampa que anuncia la presión de las llantas en el marco de la puerta del conductor o tapa del depósito de gasolina.
Por el otro lado, las llantas de repuesto de tipo galleta, es decir, las que son considerablemente más pequeñas y angostas con un color de rin que generalmente es brillante. Dado que no son muy anchas, siempre deben ir infladas a 60 PSI , sin importar el tipo de auto que la lleve.
Otro aspecto importante es que la velocidad tope a la que se debe viajar es de 80 km/h, ya que la estabilidad y desempeño cambian de manera significativa. Incluso, las armadoras recomiendan que su uso no exceda los 80 kilómetros de recorrido, ya que el neumático no tiene las cualidades de agarre y durabilidad de una llanta convencional.
Vida útil de las llantas
Es probable que nunca hayas usado la llanta de repuesto de tu auto, a lo mucho dos veces en el tiempo que eres dueño de tu auto. Pero eso no necesariamente significa que tu rueda de refacción esté en el mejor estado. El caucho de las llantas también tiene una caducidad, tal como ocurre con la comida o las medicinas.
Ésta es de 5 años y pasado ese tiempo, los diferentes materiales que componen una llanta se endurecen. Las cualidades de agarre se ven disminuidas y comienzan a cuartearse, literalmente caerse a pedazos, y dejar de ser útiles. Por eso, si tu llanta de refacción tiene más de este tiempo, lo mejor es cambiarla para tener certeza de que funcionará cuando se requiera.
La fecha de producción de cualquier llanta, sin importar marca o modelo, se puede encontrar en el costado dentro de un óvalo con cuatro dígitos (1522, por ejemplo). Los primeros dos números se refieren a la semana de producción, mientras que los otros dos significan el año. Esto aplica para cualquier neumático, no solamente a los que tienen las cuatro ruedas convencionales.
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