Además de la terrible imagen que producen en las calles, los baches son un dolor constante para los conductores de nuestro país. En temporada de lluvias y con las inundaciones , este problema se acentúa pues muchas veces no se pueden ver propiciando la caída inminente de muchos automóviles en ellos.
Golpear un bache
no solo deja la horrible sensación de sacudida a los usuarios del vehículo, también puede ser un golpe fuerte a su cartera si daña algún elemento importante de éste. Si lamentablemente caíste en uno de estos hoyos, te explicamos algunas consecuencias que podrían tener en cinco lugares de tu auto:
Este es el elemento más obvio pues siempre está en contacto con la calle. Al caer en un bache , los neumáticos pueden poncharse o quedar con una especie de abultamiento, si esto sucede se deberá cambiar de inmediato.
Esta pieza es fundamental para absorber golpes , sin embargo tiene un límite en su resistencia. Caer en un bache puede generar una desalineación o que se rompa alguna de las partes que componen a la suspensión. Estos daños se pueden notar si el auto no mantiene la línea recta cuando el volante está centrado, con vibraciones inusuales o con un desgaste desigual de los neumáticos.
Al estar colocada a lo largo del tren motriz del coche, está pieza está expuesta a los golpes por debajo del auto. Un bache profundo puede hacer que el auto raspe con el pavimento, lo que puede ocasionar un hoyo o abolladura en el escape. Si éste resultó dañado, el auto comenzará a hacer ruidos extraños y podría lanzar gases contaminantes sin control alguno.
Puede ser el daño menos grave, pero muchos dueños gustan de que sus autos se vean bien. Entre más bajo sea el auto, más probabilidades hay de que los guardafangos o las fascias golpeen el pavimento al caer en un bache dándole un problema a la gente que cuida la estética de su auto.
En el mejor de los casos, esta pieza solo resultará raspada y no creará ningún inconveniente. Pero puede suceder que quede abollada, astillada o con grietas perdiendo la forma redonda diseñada para que gire. Esto propicia que la llanta no gire bien o que ni siquiera pueda ser colocada de manera correcta. Un rin abollado puede ser reparado, pero si está fracturado no habrá otra opción más que cambiarlo.