Manejar
en una gran urbe como la Ciudad de México nos exige conocimiento de la ley de tránsito, destreza para ejecutar nuestro automóvil y respeto hacia los otros conductores, peatones y ciclistas ¡no es cosa fácil! Además de tener temple para sortear el tráfico con la mejor actitud.
Las mujeres que manejamos hemos adoptado ciertos hábitos que, más que ayudarnos, nos ponen vulnerables en temas de seguridad y del cuidado hacia los demás. Por ello, aquí van una serie de consejos que serán de gran ayuda en el día a día:
1. Tener el bolso de mano a la vista
Vivimos en una de las ciudades con más delincuencia en el mundo y aquí va un tip: el bolso debe guardarse en el asiento del piloto, justo abajo donde vas sentada. Ése es el lugar correcto, principalmente si vas sola.
2. El celular
Mientras se anunció el incremento de multas a las faltas de la ley de tránsito todas estuvimos muy bien portadas pero, desafortunadamente, parece que ya se olvidó que manejar con el celular en la mano está prohibido y es peligroso. Si tu coche no tiene sistema bluetooth, puedes poner el altavoz del teléfono o usar un cable auxiliar para mantener una conversación y pon las dos manos en el volante. Por favor.
3. Mascotas y niños
No es gracioso tener a los pequeñitos sin cinturón de seguridad y menos en los asientos delanteros. Lo mismo aplica con las mascotas. Ni se ve chic ni da risa. Cumplamos con las normas de vialidad.
4. Conocer las rutas
Manejar a bajísima velocidad, frenar cada cinco metros, no usar las intermitentes y dudar si se da la vuelta o no sobre una calle detienen el flujo vehicular y te expones al demostrar que no tienes idea del rumbo al que te diriges. Si desconoces tu destino, antes de salir, dale una checada a los mapas para ver más o menos por dónde se ubica tu destino y maneja con seguridad. Recuerda nuestra
. Otra opción es orillarte, poner luces intermitentes y revisar la dirección.
5. Distancia correcta al volante
La manera ideal para medir si la distancia entre el volante y tú es la correcta, es: estira tus brazos y recárgalos sobre el manubrio. Las muñecas de tus brazos deben quedar justo sobre el volante y tus manos colgar un poco fuera de él. Evita manejar muy pegada porque no tendrás libertad para maniobrar en caso de una emergencia.
Extra: Cede el paso.
¡No por ser mujeres tenemos el derecho de manejar sin ceder el paso a nadie! También nosotras tenemos obligaciones y, una de ellas, es dar el paso a hombres, mujeres, niños, a quien lo necesite. Que se hable bien de nosotras, ¿sale?