Parece que el crimen organizado cada vez se apodera de más territorios ganándole terreno no sólo al Estado sino a la sociedad mexicana. Hoy EL UNIVERSAL publicó una nota en la que da cuenta como la Iglesia a intentando pactar con el crimen para bajar los altos índices de violencia que se viven en Chilpancingo, trabajo que debería de hacer el Estado. Con este escenario, ¿Será la sociedad quien termine poniendo un alto a la delincuencia?