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Las marcas fashion han olido sangre y se lanzan al ataque tras descubrir una oportunidad agitando las manos entre las revueltas aguas del negocio relojero. El gasto cauteloso de la clase media en mercados clave como China ha abierto la puerta para que las grandes casas de moda aviven la competencia entre las firmas de precio medio e incluso para que éstas le arrebaten market share a sus rivales más caros, de acuerdo con Euromonitor International.
A Timex Group, uno de los gigantes del segmento masivo con una producción anual de 12 millones de relojes, entre ellos los de Versace y Ferragamo, lo fashion le sienta bien. Tanto que ha despertado su apetito para obtener más licencias de firmas de moda.
“Tenemos una estrategia de crecimiento basada en añadir marcas a nuestro portafolio y habrá noticias en el corto plazo”, dijo Paolo Marai, CEO de la División de Relojes de Lujo de ese grupo, en entrevista con Tiempo de Relojes.
Aunque no confirmó de qué marcas se trata, mencionó que tanto Dolce & Gabbana como Burberry “podrían ser de nuestro interés en el futuro”.
Los relojes fashion se han quitado los guantes de seda y dan pelea a las marcas suizas tradicionales. El líder es Fossil Group, que cuenta con las licencias de Michael Kors, Armani, Diesel, DKNY, Marc Jacobs y la propia Burberry, entre otras. Se estima que es el tercer jugador más importante del sector, sólo detrás de Rolex y Apple.
Marai calcula que las ventas de relojes fashion en el segmento masivo representan hasta 50% del total y que en el nivel medio, donde están Ferragamo y Versace, son de entre 20% y 25%. Para el directivo, es en este último donde hay marcas suizas que “han perdido su identidad y su encanto”, y que tienen problemas para posicionarse como firmas que sólo venden un tipo de producto.
“Los relojes fashion tienen una gran oportunidad porque hay una gran inversión de las casas matrices. Abres una revista y hay anuncios de zapatos y fragancias Ferragamo, de lentes, ropa y relojes. El cliente final tiene la percepción de que es una gran marca”, explicó.
En este nivel de precios, según Marai, lo que más le interesa al consumidor es el diseño y reconocimiento de marca, antes que las funciones o el mecanismo. También es importante la experiencia de compra y la capacidad para “crear un mundo donde la gente se sienta segura y confíe en la marca, y es ahí donde los relojes fashion tienen cierto espacio”, afirmó.
“Debemos ser capaces de demostrar que vendemos productos de igual calidad que nuestros competidores del sector relojero tradicional, pero la realidad es que todos les compramos movimientos a las mismas manufacturas [suizas]”, añadió.
Timex Group fabrica los relojes Swiss Made de Versace desde 2005 y de Ferragamo desde 2007, con precios que van de 800 a 5 mil dólares y de 600 a 3 mil 500 dólares, respectivamente. La producción suma 150 mil unidades anuales. Además el área que lidera Marai hace los relojes de Nautica y Versus, que no son Swiss Made.
“En total contribuimos con poco menos de 15% de los ingresos del grupo, pero somos la división que crece más rápido y estamos cerca de ser la más rentable”, dijo Marai, quien estuvo en México para presentar Cuore, el nuevo reloj femenino de Ferragamo. “Queremos que a corto plazo la división llegue a 100 millones de dólares anuales de ingresos y que a mediano plazo cada una de nuestras marcas Swiss Made genere 50 millones de dólares, que es lo que una firma necesita para estar establecida en el mercado”.