La actriz británica Kate Winslet, embajadora de la Elegancia de Longines, visitó por primera vez la sede central de la firma relojera en Saint-Imier. El atelier donde se dan forma a los diseños relojeros de la casa de lujo. La intérprete, que ganó el Oscar a la mejor actriz por su papel en The Reader, en 2009, visitó el Museo Longines y fue testigo de toda la historia que respalda la legitimidad de la marca que nació en 1832.
Ella misma eligió un modelo histórico que será reeditado por Longines en beneficio de la Golden Hat Foundation, organización benéfica fundada por Kate en 2010 para sensibilizar a la sociedad sobre la situación de las personas con autismo.
Desde que comenzó su relación con Longines, en 2010, la actriz y cantante ocasional ha encarnado a la perfección el eslogan de la marca Elegance is an attitude. Winslet, que también brilló en su actuación en el film Steve Jobs, fue recibida por el presidente de Longines, Walter von Känel. Juntos recorrieron los bastidores y rincones donde se produce la magia de la creación de cada reloj. Ella misma se convirtió en relojera por un instante, ensamblando y tocando las minúsculas piezas que componen un guardatiempo.
Kate Winslet sintió la emoción de su alianza con Longines, una firma también proclive al altruismo: “Me ha gustado mucho descubrir el apego de Longines por su rica historia, de la que saca la inspiración para crear nuevas piezas que reflejan sus valores. Agradezco a la marca su apoyo a la Golden Hat Foundation, que valoro mucho, mediante la reedición del reloj que he elegido hoy. Me siento increíblemente orgullosa de poder contribuir a sensibilizar a la sociedad sobre la situación de las personas con autismo. Estoy convencida de que estas personas deberían beneficiarse de la posibilidad de aprender a comunicar, de una formación escolar y mantener verdaderas relaciones sociales”.