El año 2017 ha sido testigo del perfeccionamiento evidente que Rolex ha hecho de sus modelos deportivos. Su ícono marítimo, el Yacht-Master II, se presenta con pequeñas pero sustanciales mejoras, tanto en su fisionomía como en la revisión de algunos elementos en la carátula que lo confirman como el mejor compañero de aventuras océanicas.
Si bien es cierto que la firma lleva envuelta en el mundo de la náutica desde finales de los años 50, fue hasta 2007 cuando presentó su primer desarrollo funcional específico para el mundo de las regatas. El Yacht-Master II se puede considerar el primer reloj técnicamente complicado de la marca, pero fue reflexionado durante años para concretar un instrumento de fácil manejo.
Rolex participa actualmente en una decena de regatas importantes del circuito internacional y quería ofrecer una herramienta eficaz a los profesionales de este deporte totalmente pensada desde el papel en blanco. El reloj, que sigue fiel a sus principios estructurales de origen, da la posibilidad de programar el conteo regresivo de una regata con una memoria mecánica dependiendo de los minutos previos entre cero y diez que tenga la competición antes del momento de la salida.
Sobre la base del mecanismo del cronógrafo propio cal. 4130 del Cosmograph Daytona se agregó un módulo inédito con una rueda de pilares transversal para transformar un cronógrafo en un totalizador atípico de regatas. El mecanismo final lleva la referencia de calibre 4161 y ofrece mediciones de minutos de cuenta atrás, segundero y minuto sincronizables al instante, además de la parada del segundero para una puesta en hora precisa.
Este movimiento de 360 componentes ofrece la misma tecnología de base en la regulación que su hermano de carreras pero con nuevas proezas técnicas como un rastrillo y un disco para la cuenta atrás programable, que han sido posibles gracias al empleo de la tecnología UV-LiGA de microfabricación. Se trata de un método desconocido hasta el siglo XXI para la relojería que puede lograr componentes de forma caprichosa con moldes rellenos de materiales metálicos que escapan a los procesos tradicionales de fabricación.
El instrumento de regatas Rolex también es famoso por su bisel Ring Command bidireccional de 90º, que interactúa con el movimiento y permite el bloqueo y la memorización de la programación de la cuenta atrás. Como la mayoría de los modelos deportivos pro con el logotipo de la corona, éste incorpora en su versión actual el bisel Cerachrom de cerámica antirayaduras con las incrustaciones numéricas de platino.
La lectura de la carátula blanca ha sido mejorada en esta última edición añadiendo un triángulo luminiscente referencial a las 12 horas y un rectángulo a las 6 horas, en lugar de los cuadrados uniformes de las ediciones anteriores, y las nuevas manecillas profesionales con la pastilla luminiscente en las horas. Tanto los índices como las agujas son de oro blanco con luminiscencia Chromalight de larga intensidad.
En la parte exterior ahora debuta la versión completa de caja de acero 904L de 44 milímetros, hermética hasta 100 metros, con corona de triple sellado Triplock que Rolex identifica con tres puntos uniformes bajo el logo de la corona cuando es una versión de acero y tres puntos con el central agrandado cuando es una versión de oro. El cierre de seguridad es Oysterlock con extensión Easylink de 5 milímetros.
El modelo también está disponible en Rolesor Everose, oro amarillo u oro blanco de 18 quilates.