La relojería independiente posee una cualidad única: al no estar sujetos a las grandes presiones del mercado tradicional, suelen arriesgar en sus diseños y creaciones, a grado tal que muchas veces colocan piedras fundacionales en cuanto a tendencias o estilos.
Urwerk es una de las firmas pertenecientes a esta corriente, y lo demuestra con su nueva creación, el UR-T8, primer reloj transformable de la casa. Una serie de acciones precisas desbloquea la caja de la base, que puede girarse para quedar protegida por un escudo de titanio. Es así que se convierte en un misterioso objeto en la muñeca, pues dada su forma y texturas, es imposible adivinar que se trate de un reloj de pulsera.
Este diseño también renueva la manera en que se presenta el indicador de horas flotantes: las 12 horas están colocadas en grupos de cuatro dentro de un carrusel de tres brazos, al tiempo que avanzan en la escala de 60 minutos, para mostrar el tiempo tanto análoga como digitalmente. Cuenta con control neumático para el sistema de cuerda automática, el cual funciona a partir de una veleta rotatoria conectada al rotor de cuerda, la cual absorbe cualquier movimiento repentino sin poner en peligro la eficiencia de la cuerda.
Caja de titanio grado 5, resistencia al agua de 3 metros, complicación satélite con módulos de horas y minutos que rotan sobre engranajes planetarios, reserva de marcha de 50 horas, corona a las 9 en punto y cristal de zafiro moldeado de forma natural, son otras de sus características.