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Hublot recibe el invierno con dos nuevos Big Bang

La firma suiza escala los míticos alpes para presentar dos piezas que vienen acompañadas ¡por esquíes!

Hublot recibe el invierno con dos nuevos Big Bang
14/12/2016 |13:45Israel Pompa-Alcalá |
Redacción El Universal
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El invierno está aquí y Hublot lo recibe desde las imponentes montañas nevadas de Suiza. De Zermatt a Gstaad, pasando por la mítica región de Aspen, la firma ha decidido mirar tanto a los deportes de alto riesgo como a la estancia placentera que ofrecen estos bellísimos lugares.

Y es que las boutiques de Hublot abren sus puertas justo en esta época del año para dar lo mejor de sí. Por ejemplo, si quieres visitar uno de los máximos templos de la compañía, debes ir a  Zermatt, donde encontramos un complejo que vive al ritmo de la Manufactura. Inspirado por un granero tradicional, esta edificación se convierte en un auténtico centro de la sabiduría relojera. "Con un Big Bang Sugar Skull en la muñeca y los esquís en los pies", se lee en los teléfericos de esta parte de Suiza, lo cual nos lleva a conocer las dos nuevas piezas de Hublot: el Big Bang Sugar Skull Blue Cobalt y el Big Bang Sugar Skull Hot Pink.

El Big Bang Sugar Skull Blue Cobalt se presenta en una edición limitada de 50 piezas, con una caja de 44 mm en cerámica mate color negro. Aloja en su interior un movimiento cronógrafo automático, el cual le da hasta 42 horas de reserva de marcha. El emblemático cráneo aparece en una tonalidad de azul que simula el color de la medianoche, sobre la carátula esqueletizada. Lleva varios motivos grabados en el bisel, así como en la correa de piel de becerro cosida sobre caucho. También presume un cronógrafo cuyo pequeño contador de segundos, en conjunto con el de los minutos, crean la ilusión de una mirada maliciosa por parte del cráneo.

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Por otro lado, el Big Bang Sugar Skull Hot Pink muestra lo mejor de la maestría artesanal de Bischoff, pues el bordado de organza de seda, creado en los talleres en Saint-Gall, brilla con luz propia. Motivos arabescos y florales revisten el cráneo de este guardatiempo, artesanía que es acompañada por una esfera de fibra de carbono, bisel de cerámica y correa de goma rosa. En la carátula, capas de fibra impresa con resina transparente se fijan sobre una base de tejido de carbono. Este proceso otorga una ilusión de profundidad, al tiempo que provee la delicadeza necesaria para alojarse en el corazón de la carátula. Diámetro de 41 mm y 12 índices negros en diamante. También está limitado a 50 piezas.

Por si no bastara con esto, cada una de las piezas viene acompañada con un par de esquíes adornados con los motivos presentes en ambas carátulas. Una belleza única que sólo podía ocurrir en Hublot.