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La actualización del diseño es una etapa indispensable en la vida de un producto. Los relojes deben vivir e integrarse en la evolución estilística natural de las marcas. Por ello, el RM 011, presente en la colección Richard Mille desde 2007, dice adiós. En la cumbre de la fama, deja ahora sitio al nuevo reloj automático RM 11-03, un cronógrafo flyback.
Richard Mille estableció como línea directriz para la actualización que se aportara una tridimensionalidad al nuevo calibre automático RMAC3, expresando visualmente toda su complejidad. Los contadores de colores del cronógrafo flyback y de los segundos ganan volumen gracias a los anillos pulidos que los rodean e indexan los tiempos intermedios. La profundidad queda acentuada además por el puente superior de titanio, que rompe visualmente con el movimiento también de titanio pero con tratamiento PVD. El puente ofrece un recorrido visual en torno al calendario anual y su fecha de gran tamaño, así como a los contadores de 12 horas y de cuenta atrás del cronógrafo flyback.
Este laberinto mecánico continúa al dorso del calibre con un puente inferior cepillado y con tratamiento PVD que realza el doble barrilete y el nuevo rotor de geometría variable de titanio de diseño moderno, inspirado en los apéndices aerodinámicos que se aprecian en Fórmula 1.
Esta solución técnica exclusiva de Richard Mille permite adaptar la cuerda automática al nivel de actividad de la persona que lleva el reloj variando la inercia del motor mediante las aletas de oro gris granalladas y achaflanadas.
La caja tripartita con forma tonneau también se ha rediseñado para modernizar sus líneas sin desnaturalizarlas, mostrando un carácter más deportivo y dinámico. Las superficies, cepilladas y achaflanadas íntegramente a mano, precisan mucho tiempo de trabajo y una gran delicadeza. Esta silueta, que apareció por primera vez en el RM 27-01 Rafael Nadal, ya es el signo distintivo de los artículos deportivos de Richard Mille, que permite diferenciarlos de los modelos más urbanitas reforzando su estructura.
En el RM 11-03 abundan los detalles que recuerdan las competiciones automovilísticas. La corona de titanio el diseño de las llantas de carreras y de sus neumáticos con dibujo. Los pulsadores estriados, mecanizados a partir del mismo material, evocan la superficie de los pedales y sus protecciones están realizadas con un material que, al igual que el titanio, se emplea de forma abundante en Fórmula 1: el carbono NTPT. Como suele ser costumbre en Richard Mille, todo el mecanismo del reloj puede apreciarse a través de cristales de zafiro con tratamiento antirreflejos que desvelan el calibre. La caja, disponible de titanio, oro rojo o blanco, está ensamblada por medio de 20 tornillos spline de titanio.
El cronógrafo flyback RM 11-03 es un reloj decididamente deportivo, que retoma los nuevos códigos visuales de la marca inspirándose ampliamente en el automovilismo y en su historia.
