La firma relojera Rado cuenta con un hito reseñable en su historia: la utilización de la cerámica para la creación de guardatiempos únicos, hoy ya legendarios. El primer acercamiento a este material fue con el modelo Integral en 1986, que incluía cerámica en los eslabones intermedios. Sin embargo, la maestría llegaría 4 años después con el modelo Cerámica, el cual encarnaría un estilo minimalista capaz de definir la filosofía estética de la casa en los años venideros.
A más de dos décadas de distancia, Rado se hizo una pregunta clave: ¿cómo se transforma un icono de tales dimensiones? La respuesta estaría en el resurgimiento de este emblema. Así nace el un nuevo Rado Cerámica, repensado por el afamado diseñador industrial Konstantin Grcic, quien fue capaz de otorgar aire moderno a un clásico. Pensado para hombres y mujeres, esta versión del Cerámica muestra cambios sutiles pero importantes: la silueta lineal de la correa se transformó en una de corte más clásico, lo que da protagonismo a los bordes curvados de la caja con diseño de monobloque. “Rediseñar un clásico siempre constituye un desafío”, señala Grcic. “Como diseñador, cuentas con la responsabilidad ineludible de no desvirtuar el legado del modelo original. El proceso de diseño te obliga a decidir en qué medida quieres mantenerte fiel al original o alejarte de dicho modelo. El diseño del Cerámica original sorprende aún hoy en día: es absolutamente puro y emblemático, algo que se refleja en mi nuevo diseño (no solo en sentido formal, sino en su aura contundente). Elegí enfocar el proyecto desde un punto subjetivo”, añade el creativo nacido en Berlín, con la satisfacción de quien logra cumplir una proeza.
Dentro de los nuevos modelos, destaca la edición limitada de 701 unidades Rado Ceramica Limited Edition One Out of 701, el cual destaca por su acabado mate aterciopelado y por una tipografía especial sobre la esfera. “El acabado mate, en mi opinión, ayuda a resaltar con mayor fuerza la forma del reloj. Las esferas tienen un diseño llamativo, pero resultan fáciles de leer. Para crearlas me inspiré en la imagen visual sencilla y clara de los relojes de aviador. Pienso que un reloj es un instrumento destinado principalmente a controlar el tiempo, y creo que lo hemos conseguido, sobre todo con este modelo exclusivo”, explica Konstantin.
Ahora bien, si eres amante de las subesferas, hay una opción mate que incorpora un segundero pequeño e índices bañados en gris, que ayudan a resaltar sus dos principales atractivos: diseño minimalista y tono monocromático.
Para ellas, sobre todo si resultan aficionadas a la vanguardia estética, hay declinación con índices horarios de diamantes en blanco o negro brillante. “Una de las claves para el éxito de este diseño, son los materiales”, comenta Konstantin. “El uso sobrio e inteligente de los materiales es uno de los aspectos más importantes de un buen trabajo estético. La cerámica, al ser más ligera que el acero inoxidable, cuenta con una temperatura más agradable al tacto y resistir cualquier arañazo, se erige como uno de los materiales de alta tecnología más avanzados que conozco”. Y añade: “uno de los máximos desafíos fue cuidar cada detalle del reloj, puesto que todo se hace a un tamaño muy pequeño. Es difícil comprender estos matices, pero son trascendentales. Por ejemplo, puedo usar los dedos para medir 2, 3 o 4 mm y tener una idea precisa de lo que eso significa. Sin embargo, una dimensión de 0,05 mm es muy difícil de manejar. Fue prácticamente aprender un idioma completamente nuevo”.
Y es con este nuevo lenguaje aparecen en escena los cuatro nuevos modelos del Rado Cerámica: dos pensados para hombre y dos más para mujer, en aras de que nadie se quede fuera de esta celebración de la imaginación y los materiales inmortales.
Para finalizar, Konstantin Grcic agrega: “lo más agradable de trabajar con Rado es su completo conocimiento acerca de lo que hace. Son extremadamente profesionales y centrados en su trabajo".