Frédérique Constant se atreve con una complicación idolatrada por los perfeccionistas y lanza su primer movimiento propio con calendario perpetuo. Este mecanismo late en el interior del nuevo Manufacture Perpetual Calendar, un guardatiempo fiable y fácil de ajustar, con el estilo clásico tan agradable que caracteriza a la marca. A esto hay que añadir que la firma ha sido fiel a su principio de ofrecer relojería de lujo a precios asequibles, pues tanto la versión de acero como la de acero chapado de oro rosa cuestan menos de 200 mil pesos.
El Manufacture Perpetual Calendar destaca por muchas otras razones. Una es que su calibre FC-775 de cuerda automática, con 191 componentes, mide sólo 6.7 milímetros de espesor, lo que se traduce en una caja también delgada, cómoda y elegante. Otra es la fácil lectura de las funciones. Frédérique Constant optó por un diseño comedido y priorizó la legibilidad. Hay que recordar que un reloj de este tipo reúne mucha información en la carátula: la fecha (a las 3 horas), los días (a las 9), los meses y el indicador del año bisiesto (a las 12), además de las fases de la luna (a las 6) y las horas y los minutos centrales.
Todas estas indicaciones son fácilmente ajustables por pulsadores localizados en la carrura. En condiciones normales, esta pieza no requiere ninguna corrección manual hasta dentro de 400 años, pero dado que existe una excepción en el calendario gregoriano, habrá que ajustarlo el 1 de marzo de 2100, que no es bisiesto.
Como se mencionó antes, la caja de 42 milímetros de diámetro es de acero pulido y hay una opción con chapado de oro rosa. La esfera es plateada o azul real. La correa está hecha de piel de aligátor marrón, negro o azul, según la versión.
El calibre FC-775 se une a la familia de mecanismos desarrollados y fabricados totalmente por Frédérique Constant, que a la fecha suman 19. Tiene decoraciones perlada y Côtes de Genève circular, y garantiza una reserva de marcha de 38 horas.