La casa de alta relojería británica recurre a la herencia del siglo XVIII para reinterpretar la historia en clave de máquina del tiempo con tintes de obra maestra relojera. Su versión renovada pone un ojo en el futuro. Arnold & Son desvela regularmente relojes complicados con un toque único. Y Golden Wheel refleja hábilmente el ingenio de la marca y su compromiso con la alta relojería. Es la primera vez que la firma incluye en el mismo reloj la complicación de segundos muertos y horas saltantes.
Golden Wheel es parte de la colección Instrument, que rinde homenaje a los relojes que se centraron en la cronometría y se desarrollaron durante la segunda mitad de la vida de John Arnold y su hijo Roger. Este nuevo reloj es la interpretación en tres dimensiones de la antigua complicación de horas vagas o saltantes que tiene sus raíces en los relojes de mesa de mediados del siglo XVII. De hecho, la primera vez que se alojó en los relojes de bolsillo fue en Inglaterra a comienzos del siglo XVIII.
En este nuevo guardatiempo, Arnold & Son diseña el carrusel de la hora central en oro rosa, dando a la pieza el toque que la hace especial y que le da el nombre. La última versión además incluye ahora discos de cristal de zafiro con decoración en negro, un anillo en la periferia rediseñado y una esfera tratada con ADLC negro para aumentar el contraste y la legibilidad.
El arco de madreperla despliega la hora actual y los discos de zafiro con numerales negros parecen flotar contrastando con el arco blanco. Flechas en los discos horarios señalan la esfera de los minutos situada sobre el arco de las horas. La indicación de los segundos muertos se visualiza a través de grandes puntos en el anillo exterior y se leen gracias a la manecilla dorada del centro.
La platina para la esfera está tratada con ADLC negro con decoración Côtes de Genève y la función de hora errante, que hoy se conoce como función de horas saltantes, ocupa la parte superior del arco de la esfera de la carátula (de las 10 horas a las 2 horas). Debajo, propone la manecilla de segundos muertos (función icónica de Arnold & Son) desde el eje central, añadiendo así una complejidad visual atractuva y un movimiento elegante. Esta función aumenta la precisión, ya que permite mayor legibilidad al no hacer el barrido de la aguja en la esfera, sino simplemente dar un pequeño salto.
El reto en este modelo ha sido dejar a la vista el mecanismo a través de la esfera, lo que ha obligado a la firma a usar tres diferentes discos de zafiro que parecen flotar para la indicación del tiempo y eleva varios componentes del movimiento creando el efecto de tres dimensiones.
El movimiento que anima este reloj tardó tres años en desarrollarse, desde el concepto a la producción. Late con calibre automático A&S6018, tiene 232 componentes y 29 rubíes. Su reserva de marcha es de 45 horas. El mecanismo ha sido tratado con paladio y ha sido minuciosamente decorado a mano: puentes achaflanados con ejes pulidos, decoración Côtes de Genève, ruedas y tornillos azules, masa oscilante esqueletada con superficies cepilladas. La caja mide 44 mm y es de oro rosa. Es una edición limitada de 125 piezas.