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Llevar a los seres humanos a Marte requerirá de grandes inversiones para desarrollar tecnología capaz de transportarlos de manera segura durante una travesía de entre seis y ocho meses de duración.
Los viajeros deberán contar con un gran entrenamiento tanto físico como mental para soportar el viaje en condiciones de cero gravedad, aislamiento, y con rutinas estrictas de alimentación, actividad y sueño.
Imaginemos por un momento que estos dos grandes obstáculos han sido superados y que nos encontramos frente al televisor siendo testigos del primer descenso de humanos en Marte. Ya estamos ahí… ¿y ahora qué?
De acuerdo con la Agencia Espacial Europea, la llegada a Marte se realizará después de una extensa exploración por parte de vehículos robotizados para garantizar la seguridad e integridad de los astronautas.
“Tenemos que saber qué cantidad de radiación ultravioleta recibe Marte por parte de nuestro Sol, averiguar en qué zonas es menor y asentar ahí los campamentos. Porque, como sabemos, Marte carece de la capa de ozono con la que cuenta la Tierra y nos protege de la radiación”, dijo Luca Parmitano, astronauta de la Agencia Espacial Europea.
Agregó que para la exploración será necesario un lenguaje simple, común y que no pierda su carácter científico, “no solo entre astronautas y científicos,
sino entre agencias espaciales de todo el mundo e incluso empresas privadas que buscan llevar humanos al espacio”.
Una terminología en común es esencial, ya que uno de los principales objetivos de una misión a Marte consistirá en la investigación.
Un arduo trabajo
De acuerdo con el proyecto de Mars One, al tratarse de una misión que contempla solo la ida, sus astronautas tendrán una amplia cartera de actividades una vez que lleguen al suelo marciano. Durante sus horas de trabajo, detalla la firma, los astronautas deberán ocuparse en tres tareas principales: construcción, mantenimiento e investigación. También contarán con tiempo libre para actividades personales.
La primera tripulación en particular tendrá que dedicar mucho tiempo al asentamiento para hacer de su nuevo hogar un lugar cómodo para vivir. Instalarán los módulos para habitar, desplegarán paneles solares y trabajarán en el desarrollo de invernaderos para cultivar.
El mantenimiento será una de las principales tareas. La tripulación deberá asegurarse de que todos los sistemas funcionen a largo plazo. Su vida dependerá de un correcto mantenimiento de la tecnología, hardware y maquinaria con la que colonizarán Marte.
Finalmente, la investigación será también una parte importante del trabajo de los primeros colonizadores en Marte, pero de acuerdo a Mars One, esto ocurrirá hasta que el asentamiento se encuentre completamente operativo.
Los astronautas en la misión se dedicarán a investigar la historia de Marte para comprender si alguna vez fue como la Tierra, los eventos que lo llevaron a tener ese cambio climático, y lo más importante: saber si en algún momento llegó a albergar, o aún alberga vida.
Mars One también promete tiempo libre a los astronautas en los cuales podrán dedicarse a sus pasatiempos favoritos, como escuchar música, leer, practicar algún deporte o incluso navegar por Internet, aunque la conexión se limitará a tres o cuatro sitios favoritos por persona que se actualizarán constantemente en el servidor web local. La navegación tomará entre 6 y 45 minutos para aparecer en la pantalla debido a que la comunicación a tardará 22 minutos en llegar a la Tierra y 22 más para regresar.
Para Elon Musk, la colonización de Marte es solamente un paso más en la evolución. “Estamos llegando a un momento en que la historia humana se encuentra en una encrucijada: o nos volvemos una raza interplanetaria y conquistamos los rincones del espacio, o nos quedamos atascados en nuestro planeta esperando el siguiente cataclismo que nos deje extintos”. Durante su participación en el Congreso Internacional Aeroespacial en Guadalajara, Musk, señaló que los primeros viajes tendrían como propósito principal transportar los suministros necesarios para la tripulación y establecer un depósito de combustible en la superficie marciana, mismo que sería aprovechado para viajes de regreso a la Tierra.
Después de que estos dos objetivos se hayan cumplido, los primeros colonos humanos tendrán que encontrar y excavar los depósitos de hielo subterráneo disponibles cerca del área de aterrizaje, los cuales suministrarán el agua necesaria para sustentar a la misión y que además se usará para fabricar el combustible de crio-metano que es la base sobre la que descansa toda la estrategia de Space X.
“Por lo tanto, las primeras naves espacialesprobablemente permanecerán en Marte, y transportarían principalmente carga, combustible y una pequeña tripulación: constructores y reparadores. Buscamos exploradores entusiastas, es decir ¿estás preparado para morir? Si es así, entonces eres un candidato”.
El empresario agregó que, aunque le gustaría que su empresa fuera la primera en poner un ser humano en Marte, ese no es el motivo principal para su plan de colonización marciana. “En este contexto histórico, quién llegue primero no es lo más importante, lo que realmente importa es poder enviar a un gran número de personas. Realmente me preocupa mucho más que la colonización humana en Marte sea una realidad sustentable y de largo plazo”, aseguró.
Impulso a la investigación
El sitio ideal para aterrizar en el planeta rojo, de acuerdo a la NASA, deberá ser de alto valor científico, permitir a los miembros de la misión buscar signos de vida e investigar sobre las condiciones climáticas y topográficas del planeta, además, deberá permitir a los astronautas almacenar suficientes recursos para realizar expediciones lejos de la zona de aterrizaje.
La NASA cuenta con un listado de cerca de 50 lugares en Marte propuestos por los científicos y líderes de misión como locaciones para un descenso humano.
Lo esencial al elegir un sitio es la seguridad en el aterrizaje y la realización de operaciones como experimentos científicos y acceso a recursos para sostener a los seres humanos en el planeta rojo.
Todas las zonas de exploración deberán permitir el aprovechamiento de por lo menos 100 toneladas métricas de agua para vivir fuera de la Tierra, además, cada campamento marciano debe estar rodeado por una “zona de exploración” de más de 100 kilómetros de ancho.
Físicamente ¿imposible?
A pesar de las diversas agendas que se han fijado para los pioneros colonizadores en Marte, los especialistas y científicos señalan que aún quedan muchas incógnitas que resolver, especialmente en el tema de la salud de los futuros colonos en Marte.
“Aunque existe un poco de gravedad en Marte, ésta es un tercio menor que en la Tierra, eso tiene implicaciones directas en el organismo humano, desde la presión sanguínea y fuerza con la que el corazón debe bombear la sangre para mantenerla circulando en el cuerpo, hasta la forma en que los pulmones se llenan de oxígeno”, dijo el astronauta José Hernández.
Por su parte, el también astronauta Rodolfo Neri Vela detalló que, aunque se ha estudiado en un grado bastante avanzado, el efecto de los niveles de radiación y de la gravedad cero en el organismo humano, las condiciones en Marte representan un reto: “seguramente debemos aprender todo de nuevo en cuanto a cómo este ambiente va a afectar a los astronautas, podría ser una vida muy parecida a la que se lleva en la Tierra o podría tener efectos mucho más agresivos, incluso comparada con la vida en la Estación Espacial Internacional”, apuntó Neri Vela.
Los cálculos más conservadores, realizados principalmente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y China proyectan que una colonia humana permanente y totalmente independiente en Marte no será realidad sino hasta después del 2040.
Aunque la NASA tiene fijado el año 2030 para las misiones tripuladas a Marte, señala que serán misiones de menos de dos años y que la tripulación se irá relevando por lo que nunca habrá un grupo humano viviendo de modo fijo e independiente en el planeta rojo. Por el lado contrario, la compañía holandesa Mars One ha sido clara desde el inicio en que la misión para colonizar Marte solo contempla el boleto de ida por lo que los 100 elegidos no tendrán posibilidad de volver a la Tierra.
Por su parte, la Agencia Espacial China, tiene puestos sus ojos en la Luna para instalar una base de entrenamiento para la construcción de una eventual nave tripulada que llegue hasta Marte.
Space X señala a su vez que las primeras misiones ocurrirán hacia el año 2020, pero al igual que la NASA, afirma que no habrá una colonia fija hasta después del año 2030.
Elon Musk estima que llevar al primer millón de personas a Marte nos tomará entre 40 y 100 años, en la medida en que la tecnología para transportarlos y aprovechar los recursos sea más eficiente y permita transformarlo, es decir darle las mismas condiciones climáticas de la Tierra, “Entonces habremos dado el siguiente paso como especie”, dijo Musk.
Pero, en todas las proyecciones, siempre está presente un alto riesgo, como advierte Bas Lansdorp, CEO de Mars One: “Es una especie de misión suicida, ya que, si algo sale mal, no podremos traerlos de vuelta a la Tierra, es un riesgo que todos nuestros candidatos entienden y aceptan, pues es una oportunidad única: estarán colonizando no un nuevo continente, sino un planeta completamente nuevo”.
Además de las posibles fallas tecnológicas se consideran otras amenazas a la salud como los efectos sobre los músculos por una menor gravedad, los riesgos de padecer cáncer por una mayor radiación ultravioleta o daño en la capacidad cognitiva y el desarrollo físico debido a una dieta limitada en alimentos frescos y alta en comidas procesadas y congeladas.
Una vez superados los obstáculos, el siguiente hito en esta historia será: “El nacimiento del primer humano en Marte, el primer marciano de la historia conocida cambiará la percepción que tenemos de nuestra propia especie”, finalizó José Hernández.