A 30 años de su llegada a México, Microsoft busca colocar al país en un mayor nivel de importancia, dando mayor poder a las PyMEs e innovando con dispositivos. En entrevista Jorge Silva, Director General de Microsoft México, nos compartió:
¿Cuál es el papel de México para Microsoft?
—Fue el primer país de América Latina en tener una oficina. Desde aquí se hizo todo el desarrollo de la región, de aquí salieron casi todos los gerentes para Latinoamérica. Económicamente y en términos de potencial el país tiene una gran importancia, estamos invirtiendo permanentemente. Yo fui siete años gerente primero de la región andina y después de Colombia, y siempre tuve buenos resultados, pero ahora puedo entender lo que es ser un país importante, tienes la visibilidad de toda la corporación, la presión por resultados. México debe estar entre los 10 países más importantes de Microsoft en el mundo. Le digo a mi equipo que espero que seamos por lo menos tres veces más grandes que Colombia porque esa es la proporción en población, además hay otras ventajas como la infraestructura, los tratados con Estados Unidos. No hay razones para no ser grandes.
¿Por qué el potencial del mercado mexicano?
—México y Brasil siempre están en los primeros lugares de la región para la empresa, pero en este momento, por retos y problemas que están teniendo en Brasil, hay más visibilidad de México, hay inversión y compromiso. Otro factor es que en la región hay una gran dependencia a los commodities como el petróleo, la minería o el carbón. En Colombia o Chile llega hasta niveles del 70%. Son economías que se ven afectadas por los ciclos económicos. En Brasil es de 52% y en México es de 20%. Eso lo pone en muy buena posición. Gracias a los tratados de libre comercio se ha desarrollado infraestructura, una cadena de valor muy fuerte, hay verdadera creación de valor y prácticas a nivel mundial. Si nos concentramos en los problemas que hacen que las empresas no se decidan a invertir más,
como la seguridad o corrupción, creceremos mucho más como país.
¿En dónde identifican el mayor potencial?
—Las PyMEs son un motor de desarrollo, hay entre 4.5 y 6 millones, pero cuando se habla de productividad todos los años pierden un poco porque no han adoptado suficiente tecnología para ser más eficientes. Si utilizaran las comunicaciones unificadas lograrían mejores resultados.
¿Cuáles son los retos para que adopten tecnología?
—Antes no tenían la posibilidad de pagar por una serie de herramientas de hardware y software, tampoco de tener departamentos de sistemas y gente que les diera soporte, pero hoy gracias a la nube y a la transformación digital pueden tener la misma tecnología que una gran empresa, el reto ahora es cultural, hay que enseñarles que existen nuevas formas de hacer las cosas. Nosotros tenemos la iniciativa Yo trabajo donde quiera, que trae ventajas como habilitar a algunas personas a entrar al mundo laboral, por ejemplo alguien con alguna discapacidad, también mejora la calidad de vida de los empleados y el medio ambiente porque menos personas se desplazan.
¿Los usuarios entienden el modelo de nube?
—De todos los servicios en la nube que tenemos el que mejor va es Office 365, fue uno de los primeros que lanzamos pero crece a una velocidad increíble y es que los beneficios son claros. Antes comprabas una licencia perpetua y tenías que comprarme la actualización, además llevaba tiempo adaptarse y hacer la migración, ahora siempre tienes la última versión y te damos tips para que veas las nuevas funciones, vas aprendiendo mientras trabajas.
¿Cómo afecta esto a la piratería?
—Ayuda a que haya menos piratería. Empresas y consumidores me decían que usaban software ilegal por el precio alto, pero ahora cuando usas Office 365 lo tienes para cinco dispositivos, ya no hay excusa, aunque todavía estamos en un nivel de 52% en piratería.
¿Cómo la tecnología transforma personas y procesos?
—En un smartphone tienen su vida, sus aplicaciones de productividad y su vida personal. La misión de Microsoft es que personas y organizaciones puedan hacer más con el uso de tecnología y reinventar la productividad. Un ejemplo de esto es que hay 7 billones de personas en el mundo, 3 billones están conectadas. Si pudiéramos devolverle a cada uno 30 minutos al día para que hagan lo que quieran estaríamos hablando de 1.5 billones de horas diarias que devolveríamos a la humanidad, y eso se puede lograr con tecnología.
¿Cuál ha sido el papel de Microsoft en cuanto al desarrollo de equipos?
—A nuestra industria le pasó lo mismo que a la del automóvil, llegamos a un punto en que todos eran iguales, ya no había verdadera innovación. Lo mismo ocurrió con la PC, después de un tiempo no había nada más feo que una computadora, sobre todo si la veías por atrás. Estábamos estancados y todo el mundo decía que podían llegar a desaparecer por los smartphones, había que hacer algo y Microsoft salió con el Surface, un dispositivo dos en uno que mejora la productividad y sirve como tableta para el entretenimiento, y hoy ves que nuestros socios ya tienen ese tipo de equipos, pero la aspiración con el Surface no es volvernos líderes en hardware sino seguir innovando. Lo mismo ocurre con los celulares, ahora estamos replanteando la estrategia, y ya estamos en todas las plataformas, en iOS y Android.
¿Los desarrolladores ya muestran más interés en su ecosistema?
—Yo tengo dos smartphones, uno con Windows Phone para trabajar y un
iPhone para la parte personal, y no por que la experiencia no sea buena, sino porque hay mayor disponibilidad de aplicaciones en iOS. Nuestro número de aplicaciones no crece tan rápido debido a que nuestra participación de mercado todavía no es tan grande.
¿Seguirán invirtiendo en el desarrollo de equipos?
—Nuestro CEO, Satya Nadella, dice que en el mundo actual todas las compañías, no importa la industria, para ser competitivas, deben mirar sus componentes de software, son activos muy valiosos, pero que sin el hardware no funcionan por lo que también tiene que avanzar. Hoy nuestra filosofía no es desarrollar dispositivos a menos que creemos algo tan disruptivo y positivo para el usuario que valga la pena, si nos inventáramos algo que fuera a cambiar la vida y que en cuanto salga todo el mundo lo va a querer, entonces haría sentido y marcaríamos el camino de innovación. Ahora estamos replanteando el tema de dispositivos, aunque seguimos invirtiendo en investigación y desarrollo.
¿Por qué tipo de innovaciones
están apostando?
—Un ejemplo es el aprendizaje de máquina que tenemos con Cortana, que cuando alguien me dice que está en español les digo que no, que en realidad está en mexicano, porque es específica para los modismos, y estamos muy contentos por ello. Cortana está atada al Internet de las cosas y ya tenemos servicios en la nube, apunta a hacer muchas cosas predictivas. Hay una historia de éxito en el país que ayuda a predecir con sensores el tamaño de una cosecha para manejar de una manera óptima la oferta y la demanda.
¿Qué hay de la realidad virtual?
—Los HoloLens no solo brindan realidad virtual, sino aumentada, eso es lo que los hace diferentes. En realidad virtual te pones el dispositivo y entras a un mundo ficticio que te permite ver cosas que son impactantes y funcionan muy bien, pero realidad aumentada lo hace más práctico. Nuestros lentes son transparentes para que puedas seguir interactuando con la realidad, así por ejemplo, los espacios se vuelven parte de un juego, pero hay aplicaciones de mayor impacto: en una cirugía en un lugar apartado, el médico se conecta por Skype con el especialista que aparece como un holograma y él a su vez ve todo a través de mis lentes, además me puede hablar y marcar lo que debo hacer y en dónde. Las aplicaciones son increíbles: un turista extranjero puede ver qué pasa en los distintos destinos para planear su visita o podríamos caminar por un departamento en construcción para saber si lo compro.