#EnPortada
En septiembre pasado, durante su visita a Guadalajara, México, en el marco del Congreso Internacional de Astronáutica, el empresario Elon Musk reveló al mundo sus planes para colonizar el planeta Marte.
“SpaceX construirá un cohete interplanetario capaz de transportar a 100 seres humanos en una cápsula especial hacia Marte, será el más emocionante de los viajes que la humanidad jamás haya hecho”, aseguró el también CEO de Tesla Motors.
El plan de Musk pretende aprovechar el momento en que las órbitas de la Tierra y Marte se encuentran más cercanas, el mismo es conocido como Perihelio, y ocurre cada dos años.
Así, el viaje estelar duraría siete meses en promedio y podría realizarse una nueva expedición cada 26 meses.
Otras ideas, como la de la iniciativa privada Mars One proponen enviar naves espaciales que lleven los módulos necesarios para la habitabilidad del Planeta Rojo: en un primer momento se estarían lanzando aquellos módulos que lleven todos los insumos necesarios para generar energía, condensar la humedad de la atmósfera y poder realizar tareas básicas como la agricultura. Posteriormente se trasladarían medios de transporte, para finalmente enviar humanos. Aunque no tienen fechas definidas.
“Ya se tiene planeado el primer paso y último.
Es decir, abandonar la tierra y llegar a colonizar Marte. Pero no se nos ha explicado lo suficientemente bien cómo van a sobrevivir estos humanos esos siete meses de travesía. ¿Qué va a suceder si algo sale mal? ¿Qué medidas de emergencia hay para volver a la Tierra en caso de un desperfecto? Eso todavía no ha sido dicho. Por lo tanto queda muy en el aire cómo podrían sobrevivir estos seres humanos en un viaje tan largo a un planeta que es totalmente desconocido”, dijo Rodolfo Neri Vela, especialista en el sector espacial y primer astronauta mexicano.
Y es que Marte ha estado en la mira de la comunidad científica casi desde el inicio de la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en la década de los cincuenta del siglo pasado. Se ha convertido, después de la Luna, en uno de los objetivos de la raza humana.
Pero, ¿es posible su conquista en los próximos años?
Es posible colonizar Marte en los próximos años? Para responder esa pregunta primero hay que tomar en cuenta que ese planeta es un lugar poco amigable: su superficie se compone prácticamente de un desierto de arena y roca cuya temperatura promedio es de menos 55 grados centígrados, en gran parte debido a su atmósfera, tan delgada que le impide al planeta rojo retener calor así como generar el oxígeno para que un ser humano respire.
“La perspectiva de que el planeta tenga recursos que podamos aprovechar para sustentar la vida humana hace atractiva la posibilidad de realmente iniciar una misión espacial con el fin de llevar humanos a Marte”, dijo Wiger Wamelink, investigador del proyecto privado Mars One.
Mientras que Rodolfo Neri Vela, especialista en el sector espacial y primer astronauta mexicano, dijo que “la gran similitud que existe entre ambos planetas es una de las razones de poner a Marte en el radar”. Y añadió: “Mercurio y Venus tienen condiciones que son totalmente incompatibles con la vida humana, temperaturas por encima de cualquier tolerancia, en el caso de Mercurio. Y, presiones atmosféricas que romperían los huesos de cualquier persona, en el caso de Venus.
“Marte, a pesar de ser un desierto y carecer de oxígeno, tiene un rango de gravedad y temperatura que, aun cuando sigue siendo extrema, está dentro de los límites tolerables del cuerpo humano. Es por ello que resulta el candidato ideal cuando se habla de exploración y colonización del Sistema Solar”, aseguró el también doctor en Ingeniería por la UNAM.
El primer paso para llegar a Marte, es sin duda, dejar la Tierra. ¿Existe la tecnología para llegar a Marte en 2024, como lo plantea SpaceX?
¿QUÉ TECNOLOGÍA NECESITAMOS?
“Durante el primer período de gobierno del presidente Barack Obama, el mandatario planteó la necesidad de que el programa espacial estadounidense fuera retomado y prometió que habría una misión espacial que contemplaba llegar en 2020 a la Luna y posteriormente, en 2030, viajar hacia Marte. Poco después se evidenció que la tecnología necesaria para llegar a la Luna no era tan complicada como sí lo representaba un viaje hacia Marte”, aseguró José Hernández astronauta de origen mexicano que trabaja actualmente en la NASA.
Agregó: “en ese sentido, la NASA y muchos científicos alrededor del mundo se han estado cuestionando qué tan rápido puede avanzar la tecnología de propulsión de cohetes para poder lograr un viaje de siete meses ininterrumpidos hacia Marte [como lo plantea SpaceX]. Se preguntan, sobre todo, cómo llevar de manera segura al grupo de seres humanos que vayan a poner un pie por primera vez en ese planeta”.
Para darnos una idea del estado actual de la tecnología de propulsión de cohetes, un transbordador espacial quema aproximadamente un millón 700 mil kilogramos de combustible solamente para dejar la atmósfera de la Tierra. La capacidad del combustible necesario para impulsar por siete meses una nave espacial aún no puede garantizar el mencionado viaje hacia Marte.
¿Cuáles son las opciones? La mayoría de los esfuerzos están en fases de desarrollo. Sin embargo, empresas como la misma SpaceX de Elon Musk, Virgin Galactic de Richard Branson, Blue Origin de Jeff Bezos y agencias gubernamentales como la NASA, la Agencia Espacial China, la Agencia Espacial Rusa y la Agencia Espacial Japonesa, están investigando con nuevas tecnologías de propulsión de cohetes que incluyen el uso de reactores nucleares, las velas solares, la conversión de energía solar en energía eléctrica, así como el impulso por viento solar.
Hasta el momento ninguna de estas tecnologías se encuentra lo suficiente madura como para garantizar que en la próxima década una nave espacial pueda salir dirigida hacia el planeta rojo.
“Aunque la tecnología de propulsión no ha avanzado mucho y, no esperamos que lo haga lo suficiente durante los próximos años, nosotros tenemos una aproximación que puede resultar eficiente y práctica: se trata de un componente de cuatro etapas que nos permitirán llegar a Marte en condiciones aceptables, la primera de ellas es una nave espacial que podamos reutilizar, la segunda es tener la capacidad de poder llenar de combustible esa nave durante el viaje, la tercera de ellas tiene que ver con poder producir el combustible directamente en Marte y así poder regresar a la Tierra. En cuarto lugar, tenemos que escoger muy cuidadosamente el combustible adecuado que nos de el mejor costo-beneficio”, aseguró Elon Musk en septiembre pasado durante una visita a Guadalajara.
Pero no todo parece ser tan sencillo como el empresario parece plantearlo. De hecho un proyecto aeroespacial de Virgin Galactic tuvo un accidente el pasado 2015 cuando uno de los pilotos de prueba se estrelló después de no poder controlar unas turbinas experimentales. Asimismo, de acuerdo con la NASA, el hecho de tener que levantar una nave del tamaño que debería tener un cohete para transportar a 100 personas, como lo plantea Musk, sería un riesgo latente. Cabe destacar que además que algunos experimentos de Musk han terminado en explosiones.
Existen, sin embargo, otras aproximaciones de cómo podría realizarse una eventual misión a Marte: la Agencia Espacial China tiene un plan de dos etapas en el cual el primero es comenzar la construcción de una base espacial en nuestro propio satélite, en la Luna (a la que esperan llegar en el año 2025). Ahí también se construiría un centro de entrenamiento, un centro tecnológico y de desarrollo así como un puerto espacial en donde estaría construyendo completamente la nave que eventualmente iría hacia Marte alrededor de la mitad de la tercera década del siglo 21. Esta aproximación busca vencer el problema sacar una nave de la atmósfera terrestre, lo cual consume mucho combustible y energía.
Hay también una tercera alternativa que es la impulsada por el programa privado Mars One que busca colonizar Marte a través de voluntarios que sepan que este es un viaje solo de ida y que no tiene capacidades de regreso a la Tierra.
Quizás, hasta el momento, la propuesta más conservadora, y por lo tanto factible, es la de la NASA. La agencia estadounidense planea llevar un grupo reducido de astronautas exploradores a Marte en algún momento después del año 2030. Para ello utilizaría un cohete que estaría quemando combustible en tres fases lo cual hace perfectamente posible llevar una bodega con carga, un vehículo, alimentos y también a, por lo menos, un grupo de cinco personas que puedan realizar una investigación muy profunda que pueda dar información vital para saber cuál sería el siguiente paso para una colonización con un mayor número de seres humanos.
Esto sin duda implicaría una misión espacial de cinco años en la cual los astronautas podrían estar sobreviviendo en Marte por un periodo cercano de dos años en lo que nuevamente los planetas vuelven a estar en órbita del perihelio y entonces regresar a la Tierra (siete meses después) para analizar los datos y planear las siguientes etapas de la colonización marciana.
Por lo pronto, a pesar de los buenos deseos y del entusiasmo de entes privados y de científicos el sueño de pisar el planeta rojo parece no estar a la vuelta de la esquina.
LA TRAVESÍA
Los viajeros:
Las personas que viajen a Marte deberán tener muchos meses de entrenamiento para poder soportar las gravedades a las que se somete el cuerpo cuando abandona la atmósfera terrestre.
Preparación psicológica y física para todo el ambiente tan extremo también será necesaria.
Siete meses duraría el viaje a Marte y podría realizarse una nueva expedición cada dos años.
SpaceX construirá un cohete interplanetario capaz de transportar a 100 seres humanos en una cápsula especial hacia Marte.
El transbordador será más grande que la Estación Espacial Internacional.
La nave que viaje a Marte deberá poder reutilizarse y tendrá que reabastecerse de combustible (sin parar ni desviar su trayectoria) más de una vez durante el viaje.
El viaje de SpaceX se realizaría cuando las órbitas de la Tierra y Marte se encuentran más cercanas (Perihelio).
Las condiciones de Marte:
Actualmente es un lugar poco amigable. Su superficie se compone prácticamente de un desierto de arena y roca cuya temperatura promedio es de menos 55 grados centígrados.
Recientemente se han encontrado lo que parecen ser potenciales yacimientos de agua congelada, lo que ha renovado el deseo y el interés de colonizar el planeta.
La NASA tiene una propuesta más conservadora. Planea llevar astronautas a Marte después de 2030.
Mars One se plantea en tres etapas, dos de envío de máquinas. En la tercera irían los humanos.
Otra alternativa es la impulsada por el programa Mars One que busca colonizar Marte a través de voluntarios.
La segunda etapa del plan chino sería construir en la Luna un puerto espacial y la nave para ir a Marte.
La Agencia Espacial China también tiene un plan en dos etapas. La primera es construir una base en la Luna.