Samsung Electronics prevé que su beneficio operativo de julio-septiembre crezca un 5.5 por ciento interanual hasta los 7.8 billones de wones (6 mil 283 millones de euros/7 mil 1 millones de dólares) pese a la retirada global por avería de su "phablet" Galaxy Note 7.
Sin embargo, el gigante tecnológico surcoreano calcula que esta ganancia operativa será un 4.18 por ciento inferior a la cifra cosechada en el anterior trimestre de marzo-junio, según desveló en sus estimaciones de resultados publicadas hoy.
En todo caso, el dato del beneficio operativo de la empresa estaría por encima de lo previsto por la mayoría de analistas y se habría visto beneficiado por una demanda mayor de lo esperado de chips de memoria y pantallas durante el tercer trimestre del año.
La mayoría de estimaciones han situado el coste de la retirada masiva del Galaxy Note 7 en torno al billón de wones (805 millones de euros/897 millones de dólares).
La empresa surcoreana comenzó a vender este producto el pasado 19 de agosto pero tuvo que congelar su distribución después de que se reportaran casos en los que el dispositivo se incendió durante el proceso de carga, un fallo que ha obligado a realizar una retirada de 2.5 millones de aparatos en todo el mundo.
Por otro lado, la empresa con sede en Suwon prevé para julio-septiembre una caída de sus ingresos por ventas del 5.19 por ciento con respecto al mismo lapso de 2015.
Esto situaría su facturación en unos 49 billones de wones (39 mil 445 millones de euros/43 mil 950 millones de dólares).
Como es habitual, Samsung Electronics, que publicará su hoja de resultados correspondiente al tercer trimestre del año a finales de octubre, no ofreció hoy estimaciones sobre su beneficio neto.