Samsung Electronics ofrecerá incentivos financieros para los clientes en Estados Unidos y Corea del Sur que intercambien los teléfonos inteligentes Galaxy Note 7 por otros productos o pidan un reembolso, en un intento de reforzar su reputación tras una dañina crisis de seguridad.
La compañía dijo que ofrecerá hasta 100 dólares en crédito a consumidores que cambien sus Note 7 por cualquier teléfono avanzado de Samsung en Estados Unidos. En tanto, los clientes en ese país que cambien sus equipos por un reembolso o un teléfono de otra marca recibirán 25 dólares en crédito.
"Apreciamos la paciencia de nuestros consumidores, empresas de telefonía y socios minoristas por cargar el peso durante estos tiempos desafiantes", comentó Tim Baxter, presidente y jefe operacional de Samsung Electronics America. "Estamos comprometidos a hacer todo lo que podamos para reparar esto", agregó.
La marca informó también que ha comenzado a enviar a los compradores del Galaxy Note 7 en Estados Unidos un kit de devolución del aparato que incluye una caja ignífuga para evitar los problemas con las baterías explosivas que han obligado a detener la producción del dispositivo.
Samsung incluye en su kit de devolución guantes, varias capas de protección, incluido un recubrimiento de cerámica para evitar propagación de fuego, y una advertencia para que el paquete no se transporte por vía aérea por los riesgo que entraña.
Fedex ha asegurado que aceptará las devoluciones, pero solo desde establecimientos de distribuidores y únicamente con empaquetados estrictamente regulados y aislados termalmente.
A su vez Koh Dong-jin, director de la división de telefonía móvil de la empresa, en un correo electrónico dirigido a los ejecutivos y trabajadores de Samsung, expresó su “frustración” por el caso y prometió que investigará las causas de estos problemas "cueste lo que cueste" con vistas a "restaurar la confianza de los consumidores".
Aunque las acciones de Samsung subieron un 1.4% el jueves, tras registrar fuertes pérdidas durante días, su situación ha contribuido a que el gigante tecnológico estadounidense Apple alcanzara un nuevo máximo histórico en Wall Street, su segundo récord de cierre histórico consecutivo, después de una jornada en la que llegó a rozar los 118 dólares.