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Aunque lleva varios años en el mercado, la realidad aumentada se había mantenido más bien en un segundo plano, utilizada por algunos juegos o campañas publicitarias.
Eso, hasta la llegada de Pokémon Go, el exitoso juego de Nintendo que no deja de romper récords (ya es la aplicación más usada del mundo), dándole un espaldarazo a esta tecnología que es capaz de mezclar el mundo real con el virtual.
Así, aunque se creía que la realidad aumentada se demoraría 10 años en volverse masiva, las cifras dan cuenta de que el tiempo se acortó. De hecho, según un informe de CB Insights de junio de 2016, antes de Pokémon Go, las empresas de realidad virtual y aumentada vieron subir su inversión hasta superar los mil millones de dólares versus los 238 millones de dólares del año pasado.
Según Felipe Silberstein, CEO de la agencia especializada en el área digital RayaLab, la clave del despegue de esta tecnología está en que Niantic -la compañía que creó la app para Nintendo- la supo adaptar muy bien al negocio de los videojuegos. "Niantic tiene otras incursiones anteriores en AR orientadas a los tours en ciudades, llamada Field Trip, pero que no produjo el impacto que ha generado la app de los pokémons, solamente porque han incluido un gran componente de gaming ", dice Silberstein.
De acuerdo a su opinión, en el corto plazo esta tecnología estará implementada en los parabrisas de los automóviles, en ciudades arqueológicas o lugares turísticos, malls , transacciones de bienes raíces o incluso para movilizar gente en marchas, maratones y otras.
“Creo que ahora Google intentará sacar nuevamente su Google Glass, ya que vemos que están saliendo dinámicas en las que el teléfono es limitado para las interacciones de realidad aumentada. Por esto, debemos empezar a revisar todas las interacciones que juntan las dinámicas digitales con las reales, tales como las experiencias de comprar un auto, a las cuales se les puede agregar toda una capa de realidad digital para mostrar las especificaciones del vehículo”, afirmó.
