Los automóviles sin conductor de Google han sido dotados de un algoritmo que les permite decidir por sí mismos si pitar o no a otros usuarios, explicó hoy la firma en el informe mensual de mayo sobre el programa.
Por ejemplo pitarán en el caso de registrar peligrosos cambios de carril de otros automóviles o cuando estos se atrevan a salir a una calle lateral con mala visibilidad, señaló. "Nuestro objetivo es enseñar a nuestros automóviles a pitar como si se trataran de pacientes y experimentados conductores".
En el proceso de aprendizaje la bocina se tocó solamente dentro del automóvil para no confundir a otros automóviles en el caso de fallar, explicó Google.
Ahora se está aún evaluando si la reacción del automóvil fue adecuada. En base a esos datos se adaptará el software.
En función de cada situación se introducirán pitidos distintos, por ejemplo si un auto da marcha atrás y se dirige peligrosamente hacia un vehículo de Google, habrá dos breves tonos bajos. Para casos más urgentes habrá pitidos largos y más intensos.
Después de que el software de Google causara por primera vez en febrero un pequeño choque con un autobús, en mayo se registró un ligero daño de carrocería en otro pequeño incidente.
Google trabaja desde hace unos siete años en tecnologías para un automóvil autónomo. Al principio introducía la técnica en coches de otros fabricantes pero ahora ha desarrollado su propio prototipo de dos asientos que está probando.
En una de las primeras cooperaciones con una gran empresa automotriz se espera la fabricación conjunta de unos 100 coches iniciales del modelo de minivan de Chrysler "Pacifica".