Dolor de cuello y malas posturas son efectos cada vez más conocidos del abuso de los teléfonos celulares, de tabletas y computadoras. Problemas a los que ahora se sumaría un efecto a nivel de la piel, en la medida en que la luz que emiten estos aparatos favorecería su envejecimiento.

La culpable sería la llamada luz azul o luz visible de alta energía (HEV, en inglés). "Esta luz que emiten las pantallas de celulares y computadores está muy cerca del espectro de luz ultravioleta, por lo que podría tener una influencia en la aparición de manchas y envejecimiento de la piel, sobre todo si es una exposición muy intensa y permanente", dice el doctor Simon Zoakei, dermatólogo y director médico de la Clínica Linia Skin, en Londres.

Zoakei presentó algunos datos en una conferencia de estética facial, realizada la semana pasada en la capital inglesa. "Quienes se toman muchas selfies o pasan demasiado frente a la pantalla, deberían preocuparse".

Un llamado que la doctora Irene Araya, dermatóloga de Clínica Santa María, mira con cautela.

"No existe evidencia suficiente de que esta luz sea capaz de producir el daño que sí se conoce que ocasionan la luz ultravioleta", enfatiza.

Sí aclara, que en pacientes que consultan por problemas de fotoenvejecimiento y manchas en la piel, se aconseja "que si están frente a una pantalla de computador en forma constante, deben usar algún protector". O reducir, en lo posible, la exposición a estos dispositivos.

De hecho, durante la conferencia en Londres, se mencionaron estudios que asocian el uso de celulares a la aparición de ojeras, arrugas y papadas. Pero esto, según el doctor John Miller, de la U. de Cambridge, estaría más asociado a la postura y a los trastornos de sueño que suele provocar el estar conectado hasta tarde.

A ello se suma que existen otros factores, como la genética, la alimentación y el estilo de vida, que influyen en el cuidado de la piel y en la aparición de más imperfecciones.

Otro factor que podría alterar la buena salud de la piel es la dermatitis causada por ciertos metales presentes en los celulares, como níquel y cobalto.

Según un estudio publicado por la revista del American College of Allergy, Asthma y Immunology, quienes sufren este problema pueden presentar enrojecimiento, granos y picazón en manos, rostro y orejas, que son las áreas del cuerpo que entran más en contacto con los móviles.

El uso de fundas o carcasas ayuda a minimizar este efecto. Pero también el no abusar de la tecnología.

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