El presidente de EU, Barack Obama, compartió el día de ayer en su perfil de Facebook varias fotos de su primer día de visita a Cuba, que dedicó fundamentalmente a pasear por el casco antiguo de La Habana y cerró con una cena en familia.
Las fotos publicadas sobre cómo pasó la familia presidencial el domingo en Cuba incluyen una de su llegada al aeropuerto internacional José Martí y en ella se ve a Obama, su esposa, Michelle, y sus dos hijas, a los pies del Air Force One.
Otra de las fotos muestra a Obama sosteniendo un paraguas durante el fuerte aguacero caído el domingo en la capital cubana mientras saluda sonriente a varias mujeres en una de las calles de La Habana vieja.
En la siguiente imagen aparecen Obama y su asesor adjunto de seguridad nacional, Ben Rhodes, dialogando con el cardenal cubano y arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, durante su visita a la catedral.
La última foto muestra el lado más desenfadado de Obama, quien aparece riéndose junto a su hija mayor, Malia, en el paladar (restaurante privado) "San Cristóbal", situado en Centro Habana y donde la familia presidencial cenó el domingo.
Las fotos van acompañadas de un pequeño texto de Obama que empieza con un saludo en español: "¡Hola desde Cuba!"
"Estoy aquí para enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en las Américas y forjar una nueva era de entendimiento que nos ayude a mejorar el día a día de los cubanos", afirma Obama en el mensaje.
Según el presidente, sigue habiendo diferencias "importantes y reales" entre su Gobierno y el cubano, fundamentalmente sobre "cómo promover" las oportunidades y los derechos humanos, pero también hay muchas cosas compartidas, entre ellas "el amor por el béisbol".
"Confío en que, trabajando junto al pueblo cubano, nuestros dos países pueden empezar un nuevo viaje juntos que genere progreso para nuestros dos pueblos", concluye.
Obama es el primer presidente estadounidense en ejercicio que pisa suelo cubano en casi 90 años.
El mandatario llegó este domingo a La Habana acompañado de toda su familia y este lunes fue recibido en el Palacio de la Revolución por el mandatario cubano, Raúl Castro.