Con esperanzas de acelerar su desarrollo de vehículos autónomos, General Motors adquirió una pequeña compañía de software que ha estado probando autos en las calles de San Francisco. El fabricante automovilístico dijo este viernes que compró Cruise Automation, una compañía de 40 empleados que fue fundada apenas hace tres años.
La adquisición, junto con los estudios propios de GM, deberá ayudar al gigante de Detroit en su competencia con Google y otros para llevar vehículos autónomos a los caminos públicos.
GM no ofreció cálculos sobre cuándo comenzará a implementar la tecnología, pero el presidente Dan Ammann dijo que eso sucedería en cuanto la compañía pueda demostrar que los coches están listos.
"Nuestra posición es que la tecnología autónoma va a ser demostrablemente más segura que el conductor humano", dijo Ammann en una entrevista telefónica.
Cruise Automation, junto con Google, es una de las pocas compañías con permisos del estado de California para probar los coches autónomos, dijo Kyle Vogt, fundador y director ejecutivo. La compañía trabaja para resolver los principales obstáculos de los vehículos autónomos: distinguir carriles en malas condiciones del tiempo e integrar datos de cámaras y otros sensores para que los coches tomen las decisiones acertadas en el camino, dijo Vogt. "Coincido en que es un reto", dijo. "Mirar los marcadores de carriles no es la solución".
Cruise reportó un choque al Departamento de Vehículos Automotores de California en el que un coche autónomo embistió por detrás a un vehículo de la autoridad de estacionamiento callejero en San Francisco. Vogt dijo que en el momento del accidente el conductor humano había tomado el volante.
GM no reveló el monto de la adquisición. Dijo que todos los empleados de Cruise Automation se sumarán a GM y trabajarán como una unidad separada y que hay planes para contratar más personal.
Se trata de la tercera inversión importante por parte de GM en el sector de nuevo transporte. La compañía ha invertido 500 millones de dólares en Lyft, un servicio de taxis contratados mediante una aplicación para dispositivos móviles y comenzó un servicio similar en Ann Arbor, Michigan, que planea expandir a otras áreas metropolitanas.