El uso inadecuado de los llamados teléfonos inteligentes representa un riesgo elevado, pues cada vez son más frecuentes las denuncias de personas que sufren ciberacoso y/o extorsión luego de que les fueron sustraídos archivos de sus celulares, advirtió la Policía Cibernética del estado.

El titular de la corporación, Pedro Rodríguez Núñez, dijo que se tiene la creencia de que una vez que se elimina el contenido del teléfono ya no puede ser recuperado, pero “la realidad es otra toda vez que sí es posible recuperar archivos borrados”.

El funcionario de la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que al mes se reciben unas 25 denuncias relacionadas con intentos de extorsión con el uso de herramientas informáticas, en los que varios casos están relacionados con los llamados teléfonos inteligentes.

Esos delitos tienen que ver con el llamado ciberacoso, fraudes, extorsión, “grooming” (cuando una persona se hace pasar por un menor para engañar o atraer a otro), extorsión vía correo electrónico y también el intento de extorsión a cambio de no publicar contenidos obtenidos de teléfonos o computadoras, enlistó.

Por ello, expuso, es importante aclarar a esas personas que se toman fotografías o se graban en situaciones íntimas que es erróneo creer que una vez que las eliminan ya no representan ningún riesgo.

“Se han registrado casos de teléfonos de personas cuyos equipos han sido extraviados o sustraídos y luego ven el contenido que se supone borraron en las redes sociales o los buscan para extorsionarlos a cambio de no difundirlo”, apuntó.

Y no es tan complicado, pues la persona que roba o se encuentra el celular cuenta con toda la información necesaria para localizar a la potencial víctima y extorsionarla, advirtió.

Señaló que de las denuncias recibidas una parte corresponde a novios o ex novios que se quedaron con fotografías o material íntimo de su pareja, y cuando tienen un pleito o terminan la relación el contenido es difundido por el Internet, sobre todo por Facebook.

La titular de la Unidad Antisecuestro de Yucatán, Noemí Mena Tello, indicó que en el caso de denuncias en las que se ha iniciado una averiguación previa los novios o ex novios que tenían en su poder el contenido que se subió a las redes “prácticamente todos dicen que perdieron en teléfono y no fueron ellos los que lo subieron”.

“Eso dificulta ejercer una acción penal contra quien subió el contenido, por ello es importante que la gente sepa que la mejor forma de no verse en esas situaciones es no grabar ni tomarse fotos que puedan ser usadas para chantajearlos o extorsionarlos”, precisó.

Aclaró que esas acciones no son privativas de parejas heterosexuales, pues también han atendido casos en los que hubo una relación entre personas del mismo género, lo que los hace más vulnerables a ser extorsionados.

Sin embargo, alertó, “la realidad es que en todos los casos las fotografías terminan siendo difundidas o divulgadas por algún medio, por lo que es importante saber que tarde o temprano el que extorsiona hará público el contenido y es mejor pedir apoyo de las autoridades desde un principio para que puedan actuar en consecuencia”.

La Policía Cibernética yucateca empezó a operar en 2009, en 2011 se hizo oficial su normativa de operación en la FGE y en la actualidad está formada por un equipo de personas que trabajan los tres turnos.

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