Este 9 de septiembre, Apple presentará la próxima generación de sus teléfonos inteligentes. Se presume que, acorde con la estrategia que ha manejado la marca en los últimos años, el nuevo iPhone marcará una evolución moderada respecto al modelo anterior. Se rumora que incorporará 2 GB de RAM, el procesador A9, una cámara principal de 12 MP (la actual es de 8 MP y esta variable ha permanecido inalterada desde la versión 5 del iPhone) con capacidad para grabar video de 4K.
También se habla de una nueva forma de uso de la pantalla gracias a la tecnología 'force touch', que le dará al teléfono la capacidad de reconocer distintas formas de presión en el monitor para desplegar funciones y tareas distintas en una misma aplicación o contenido.
El lanzamiento de este iPhone llega justo cuando concluye la feria de electrónica por excelencia de Europa, la IFA. Los ojos de la industria se centran en estos momentos sobre los movimientos de Apple después de que el iPhone 6 se constituyera en uno de los teléfonos más vendidos de la historia. En solo seis meses, la compañía vendió 135 millones de unidades. En su primer trimestre en el mercado, llevó a que la firma de la manzana vendiera 78 millones de 'smartphones', un récord histórico.
El éxito de la empresa con sede en Cupertino derivó en que esta le robara tajada al ecosistema Android y se ubicara como el referente.
La batalla para destronar al iPhone como dispositivo de referencia ha orientado la competencia por otros linderos: los fabricantes ya no se centran en las especificaciones técnicas y han optado por diseños arriesgados (como ocurre con la curvatura del Galaxy S6 Edge o el cuero usado en la parte trasera del LG G4), o por funcionalidades creativas para facilitar los quehaceres del usuario (Huawei ha mejorado su software para capturar y editar fotos, por ejemplo).
Otros se han enfocado en construir terminales de gama media con prestaciones de alto nivel. Tal es el caso de Motorola y Lenovo, cuyos esfuerzos se enfocaron en el segmento intermedio.
Los siguientes son los teléfonos más destacados del IFA y que marcarán la tendencia del ecosistema Android en los próximos meses. Cada uno buscará arrebatarle el trono al iPhone.
Galaxy S6 Edge Plus
El diseño, la combinación entre metal y vidrio, así como funciones sociales diferenciales, son la apuesta de la surcoreana, que intenta desmarcarse de la competencia con una pantalla curva y una cámara que sorprende.
La nueva ‘phablet’ de Samsung cuenta con pantalla de 5,7 pulgadas, batería de 3.000 miliamperios y procesador Exynos 7420. En memoria RAM, sube la apuesta a 4 GB y se vende en dos versiones: una de 32 GB y otra de 64 GB, y ya no dispone de memoria expandible ni se le puede retirar la batería. La opción de transmitir video a Youtube en directo y un sistema de carga ultrarrápida (con y sin cables) completan su ‘armamento’.
Huawei apostó por el diseño
Junto al P8, un móvil que se destaca por su cuerpo metálico y de vidrio, con un ‘cerebro’ de 8 núcleos, 3GB de RAM y una cámara superior con poca luz, la empresa china lanzó en IFA el Huawei Mate S, un dispositivo atractivo, construido en metal pulido (a semejanza de los equipos de la taiwanesa HTC) y con un grosor de apenas 7,1 mm.
Su cuerpo describe una curvatura leve en la parte trasera, no solo en aras de la estética, sino de mejorar el agarre. Su pantalla, de 5,5 pulgadas, al igual que los juguetes Apple, reconoce la presión del toque para desplegar funciones distintas. Posee 3GB de RAM y 32 o 64 GB de disco interno. Aunque viene con batería de apenas 2.650 mAh, es del sistema de carga ultrarrápida.
Xperia Z5 y su pantalla 4K
Sony introdujo cambios leves en términos de diseño a su terminal insignia. En apariencia, luce similar a los modelos anteriores: los bordes en plástico y esquinas redondeadas. El equipo se ofrece en tres versiones: una de 4,6 pulgadas (la Compact), otra de 5,2 pulgadas (la Z5 a secas) y otra de 5,5 pulgadas (la Premium).
Todas traen una cámara de 23 MP con autofoco de alta velocidad. La que más se destaca es la Premium, porque se trata del primer equipo móvil con pantalla 4K (2160 por 3840 pixeles), aunque para desplegar su potencial gráfico requiere de contenidos en dicha resolución. Soporta audio de alta resolución, posee sensor de huella dactilar y su batería promete durar dos días. Se demoraría en llegar hasta el año entrante.
El Moto X se destaca por su batería
El Moto X Play cuenta con una configuración que apela más a los usuarios de gama media. Dispone de una pantalla de 5,5 pulgadas, con cámara principal de 21 MP, 2 GB de RAM y procesador Snapdragon 615 de ocho núcleos.
Su gran virtud: la batería de 3.600 miliamperios.
En principio, ofrece una autonomía de hasta dos días. Existe una segunda versión, el Moto X Style, cuyas especificaciones apuntan al segmento de gama alta: su pantalla es de 5,7 pulgadas, con resolución 2K, 3 GB, cámara trasera de 21 MP y batería de 3.000 miliamperios.
Lenovo Phab Plus
La apuesta de la china Lenovo es arriesgada: presentaron varios teléfonos de gran formato. Entre ellos se destaca el Phab Plus, un dispositivo con una pantalla gigantesca (6,8 pulgadas, al igual que el Huawei P8 Max), procesador Snapdragon 615 y batería de 3.500 miliamperios. Cabe recordar que el Ascend Mate 7 de Huawei, con sus 6 pulgadas, logró incorporar 4.100 miliamperios al equipo.
Hay que señalar que el equipo es delgado, con 7,6 mm, y pesa 220 gramos. Mención especial merece el Asus Zenfone 2, el único teléfono con procesador Intel Core M hasta el momento. Es, además, una de las pocas terminales con 4 GB de RAM.