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Hoy se cumplen 20 años del fastuoso lanzamiento de Windows 95, el 24 de agosto de 1995. Aunque esta familia de sistemas operativos tuvo una vida breve, de poco más de 5 años, su presentación en público fue precedida por la mayor campaña de marketing que había visto hasta entonces la informática.
Microsoft invirtió 300 millones de dólares para difundir su nuevo producto; 20 millones fueron solamente para comprar los derechos de la canción "Start Me Up" de los Rolling Stones, en obvia referencia al Botón Inicio (Start Button, en inglés) que debutaría en este sistema.
La estirpe del 95 sería reemplazada por una familia más avanzada, la de Windows NT, que había visto la luz dos años antes, pero de la que el gran público no sabía casi nada. El NT, destinado al ambiente corporativo, se volvería célebre más adelante, en su sexta reencarnación, el XP, que reinaría por inusitados 13 años y vendería 1000 millones de copias.
¿Por qué, entonces, todavía recordamos al 95? Porque, desde muchos puntos de vista, todavía lo usamos. Para entender esta afirmación hace falta viajar bastante en el tiempo. Hasta 1973, de hecho. Ese año Xerox lanzó una computadora extraña. Tanto, que la compañía no se propuso comercializarla; se fabricaron unas 2000, la mayor parte de las cuales sólo se empleó dentro de la empresa. Se llamaba Alto y en lugar de las lacónicas, crípticas y aburridas pantallas negras, utilizaba una metáfora visual de escritorio.
Las ventanas se superponían, había íconos que representaban carpetas y dispositivos y usaba un mouse de 3 botones. Era la primera encarnación, rústica todavía, de las ideas de Douglas Engelbart, uno de los pioneros de lo que hoy se conoce como "experiencia de usuario" . El hombre inventó nada menos que el mouse.
En diciembre de 1979, Steve Jobs vio una demostración de la Alto y decidió cambiar los derechos para usar ese desarrollo por acciones de su joven pero exitosa compañía, Apple. No, Apple no creó ni el mouse ni la interfaz gráfica. Fue Xerox.La paradoja (Jobs fue una colección de paradojas) es que un año antes, en 1978, Jef Raskin había entrado a trabajar en Apple. Raskin había publicado en 1967 su tesis doctoral en ciencias de la computación, en la que planteó que las computadoras debían tener interfaces visuales, basadas en gráficos. Incluso, proponía, los caracteres debían ser generados gráficamente, y en varias familias tipográficas.Eran ideas heréticas, como el mismo Raskin admitiría más tarde, pero eran también las ideas de un visionario, que lo llevaron a hacerse cargo del proyecto de la Apple Macintosh (mejor conocida como "la Mac") , iniciado en 1979.