La elección extraordinaria en Puebla abre un contexto inédito, local y nacional. Surge un candidato ciudadano, con trayectoria intachable y amplio respaldo de la sociedad civil, contra un candidato de Morena, con nexos con la corrupción, que representa la vieja política.
La elección se realiza por la trágica muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso, junto con su esposo, el senador Moreno Valle, en diciembre. La gobernadora iniciaba apenas su periodo. Sin embargo, los diputados, con mayoría de Morena, nombraron a un priista como gobernador interino. En Puebla, Morena y el PRI han arrebatado el poder del gobierno estatal, burlando el resultado de las elecciones, que había ganado el Frente, encabezado por el PAN.
En ese contexto emerge una candidatura inesperada, un ciudadano capaz, independiente y confiable. Una persona honesta que logra, casi como milagro, el apoyo de tres partidos. PAN, PRD y MC registran al Dr. Enrique Cárdenas como candidato común.
La candidatura de Enrique Cárdenas abre una esperanza para muchas personas que buscan opciones, en Puebla y en el país. Es opción clarísima para quienes no confían en los políticos tradicionales. Por supuesto también para quienes simpatizan con PAN, PRD o MC. E incluso para quienes simpatizan con Morena, pero no aceptan que su partido haga alianzas con el priismo más retrógrado y corrupto.
La candidatura de Cárdenas tiene una dimensión más allá de la elección. Lo que pase en Puebla tendrá repercusiones para el ánimo nacional. Como dijo el senador Emilio Álvarez Icaza: “Esta candidatura permite dar una nueva batalla de Puebla, con las armas de la dignidad, la libertad y los derechos. Esta batalla democrática tendrá repercusiones a nivel nacional”. La iniciativa AHORA —de la que formo parte— también se suma a esta campaña.
De entrada queda claro que no es una reedición del Frente por México. La candidatura de Cárdenas es externa, él tiene un perfil de sociedad civil y académico, y cuenta con el apoyo de personalidades como Ma. Elena Morera, Mauricio Merino, Sergio Aguayo, Clara Jusidman, Raúl Trejo Delarbre, Ana Laura Magaloni, Ma. Amparo Casar y muchos más. Este tipo de candidatura es inédita.
Cárdenas marca un contraste evidente con la vieja política. Su candidatura puede motivar a otras personas con liderazgo a que asuman su responsabilidad. Es un ejemplo para académicos, líderes de opinión, empresarios e integrantes de organizaciones civiles, que todavía evitan involucrarse “en política”. Es un llamado a que personas responsables y honestas se decidan a dar el paso para lograr gobiernos que sirvan a la gente sin ataduras de partido. Es la forma para que haya gobiernos que representen y sirvan a la gente.
Cárdenas representa bien los anhelos mayoritarios de cambio que se reflejaron en las elecciones de 2018. Mucho más que su contendiente, Miguel Barbosa.
Cárdenas impulsó la iniciativa de la #Ley3de3. Su compromiso con la construcción de instituciones que eviten y frenen la corrupción es indudable. Es seguro que en Puebla no habrá “borrón y cuenta nueva”, si gana Cárdenas.
Cárdenas promueve la seguridad ciudadana. Propone una fiscalía independiente y un poder judicial eficaz al servicio de la ciudadanía. Es claro que su gobierno no tendría ataduras ni compromisos con intereses creados y podría dar una batalla frontal contra la violencia y la impunidad.
Cárdenas puede lograr bienestar para las mayorías. Es un economista destacado que sabe cómo impulsar la inversión y el crecimiento económico, generando igualdad de oportunidades y enfrentando las causas de la pobreza. Sus estudios recientes sobre movilidad social lo convierten en la mejor opción para reducir la pobreza y la desigualdad en un estado como Puebla.
Porque ahí vive mi familia y ahí viviré mi retiro: Estoy con Cárdenas para gobernador de Puebla.
Consultor internacional en programas sociales.
@rghermosillo