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Quien se expresa bien, es porque piensa con claridad. Esto puede transformar radicalmente los esfuerzos en el ámbito de la educación y con ello, mejorar la calidad de vida de los mexicanos, en la búsqueda de un país más justo y equitativo.
La oratoria y la democracia van de la mano.
La oratoria pareciera estar vinculada a la política tradicional, hoy tan desprestigiada en este país. Sin embargo, hay un importante potencial en esta disciplina que puede ayudar a fortalecer los procesos educativos. Por ello es importante redimensionarla para que responda a las necesidades del mundo de hoy.
La oratoria es un proceso que estimula el horizonte cultural de quienes la practican. Para expresarse con propiedad, es necesario tener algo importante que decir y por tanto, la búsqueda de contenidos estimula la curiosidad de aprender y estudiar.
Desde hace muchos años, gracias a la oratoria, varias generaciones de jóvenes ingresaron a la política y al servicio público.
Sin embargo, hay una dimensión que debe ser explorada con detenimiento: la oratoria como complemento de la educación escolar permite el desarrollo integral del educando y le ayuda a vincularse con quienes le rodean.
Una de las características de las nuevas generaciones de estudiantes, de los llamados “nativos digitales”, es el desarrollo de la intuición tecnológica. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que este don se da a costa de no ejercitar la capacidad de análisis, tan necesaria para resolver los problemas cotidianos personales y aún más, los colectivos y además, no ejercitar la memoria, lo cual les vuelve dependientes de los dispositivos digitales.
Es una realidad que cuando la gente carece de capacidad para persuadir a quienes les rodean, a fin de lograr un objetivo, entonces se intenta lograrlo por la imposición y en algunos casos, por medio de la violencia.
A final de cuentas, la capacidad de persuadir estimula la práctica del diálogo.
Por tanto, la oratoria como un ejercicio de comunicación nos puede ayudar a reencontrar los caminos de la negociación, lo cual hoy es una necesidad urgente en este país, donde se utiliza la palabra diálogo, más, sin embargo, quienes piden diálogo, siempre se niegan a escuchar a su contraparte, a su interlocutor y lo que en realidad están exigiendo es que se acepten sus demandas tal y como se plantean.
Para un país donde el diálogo en realidad es un monólogo que concluye en la imposición, la oratoria es todo un proceso de formación integral del individuo, que estimulará el surgimiento de mejores ciudadanos si incluimos a esta disciplina como parte del modelo educativo.
Por ello, esfuerzos como los que ha hecho la fundación Ealy Ortiz AC, impulsando el Concurso Nacional de Oratoria del periódico El Universal, certamen que este año ha cumplido 92 años de existencia, se vuelve una aportación importante para el fortalecimiento de nuestra democracia.
De este certamen han surgido mexicanos que han destacado en la política, la sociedad, la cultura y las artes.
El presidente de México Adolfo López Mateos, siendo muy joven fue campeón de la edición 1929, así como Porfirio Muñoz Ledo en 1953; Antonio Carrillo Flores, quien fue secretario de relaciones exteriores; los hermanos Genaro y Gonzalo Vásquez Colmenares también, así como José Muñoz Cota en 1926, el primer campeón.
Hubo otros con menos suerte en este concurso, pero que participaron en él y después destacaron, como nuestro Premio Nobel Octavio Paz, quien con tan sólo catorce años de edad concursó en la tercera edición, en 1928 y otra vez en 1930, así como Beatriz Paredes Rangel en 1973, quien luego haría una exitosa carrera política.
En el emblemático Teatro de la República de Querétaro, donde se gestó la Constitución de 1917, donde se estrenó el Himno Nacional Mexicano en 1854 y donde se llevó a cabo el juicio contra el emperador Maximiliano en 1867, los días tres y cuatro de este mes se llevó a cabo la final de la edición 2018 de este certamen, el cual fue ganado por Fabián Ríos Témix, quien representara al estado de Tlaxcala.
La oratoria representa para México una oportunidad para rescatar el valor del diálogo y la concertación política, como esencia de la democracia.
¿Usted cómo lo ve?
Twitter: @homsricardo
Linkedin: Ricardo Homs
www.ricardohoms.com