El lunes pasado el mundo entero quedó horrorizado de ver a miles de niños inocentes prisioneros en jaulas de animales separados de sus padres, solos, revueltos y amontonados purgando una injusta y lacerante condena por el hecho de ser hijos de migrantes ilegales , donde su único delito había sido querer servir, trabajar y crecer en un país que en el pasado ofrecía libertad y oportunidades para todos.
Las denigrantes escenas que vimos en las redes sociales, en los diarios y noticieros de los niños prisioneros en un campo de concentración , nos trae a la memoria aquel pasaje bíblico llamado: “ La Masacre de los Inocentes” en el que el tirano Herodes Rey de Judea, manda a encarcelar y matar a todos los niños del reino para que no viviera el Salvador.
Y así la sagrada familia se convierte en una familia migrante ilegal que busca refugio en la tierra de Egipto, huyendo de las garras y el terror del perverso Herodes , nada lejos de la actual realidad que viven los niños y las familias migrantes con el emperador Trump .
Pero más desesperante es la tibieza, la indiferencia y la ignorancia de los gobiernos que deben defender a sus ciudadanos en situaciones de violencia y peligro; ¿en dónde está la protesta de Guatemala, Honduras y El Salvador? ¿Por qué México protestó hasta ahora que se dio a conocer ese maltrato? ¿En dónde quedó la defensa consular que por ley merecen esos niños y esas familias por parte de sus países? ¿Para qué sirven estos gobiernos si no pueden defender a sus niños indefensos de siniestros verdugos inhumanos?
Según el gobierno de México, señala que solamente existen 21 niños mexicanos entre los miles que están prisioneros, dudo determinantemente que esa información sea verídica, ya que las cifras de organizaciones de defensa de migrantes y las estadísticas anuales de organismos oficiales arrojan otra información, nomás para darnos una idea en 2016 fueron detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza 77 mil 674 niños migrantes de varias nacionalidades , entre los cuales según el “Tema de Unidad Familiar y Aprehensión de Niños Extranjeros no Acompañados” , 11 mil 926 menores eran mexicanos, cómo puede ser posible que solamente tengan detectados a 21 niños mexicanos entre una multitud impresionante de niños enjaulados . Todos los mexicanos deseamos de corazón que solamente sean 21, pero los números, las estadísticas y la lógica nos dicen otra cosa que habrá que corroborar.
El nuevo gobierno mexicano tiene que ser más enérgico, debe estar mejor preparado, debe fortalecer su red de protección consular con especialistas y abogados defensores que garanticen seguridad y protección a nuestros hermanos migrantes mexicanos, debe implementar mejores estrategias jurídicas y diplomáticas y debe nombrar excelsos diplomáticos al frente de la cancillería, la embajada y los consulados en Estados Unidos, para hacer frente a esta ola de terror migratorio en el que prácticamente tenemos acéfala nuestra embajada mexicana en Washington.
Finalmente ante la presión internacional Donald Trump cedió y decretó unir a las familias detenidas y no volver a separarlas , su fundamentalismo racista está convirtiendo a Estados Unidos en un país aislacionista, amurallado y encerrado que tarde o temprano la comunidad internacional lo tratará como un islote oscuro y tenebroso en el que no tendrán otra alternativa que ponerlo en cuarentena.