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Una tarde Sanoer, un inmigrante ilegal en Estados Unidos, se enteró en las noticias que Donald Trump propuso quitarle la nacionalidad a los hijos de indocumentados como parte de un plan para deportar familias enteras de latinos.
El inmigrante, quien prefiere mantenerse anónimo, se paró de su sillón mientras múltiples pensamientos pasaron por su cabeza. Uno destacó sobre los demás: “A mí dime lo que quieras, pero cómo te atreves a amenazar a mis hijas, a ellas ni me las toques”. Así decidió que no se quedaría con los brazos cruzados.
De acuerdo con el Pew Research Center, dedicado a la investigación de problemas sociales en Washington, capital de EU, en ese país habitan 35 millones de mexicanos, de los cuales 6 millones viven en condición de indocumentados; es decir, más de la mitad de los 11 millones de inmigrantes que Trump prometió deportar.
El joven indocumentado ocupó la música rap como medio y en menos de un día escribió una canción en contra del magnate neoyorquino. Donald Hitler fue la respuesta del rapero ante las crecientes y constantes amenazas del, en ese entonces, aspirante a la presidencia.
Donald Hitler
En muy poco tiempo el video se reprodujo 60 mil veces en YouTube y provocó todo tipo de reacciones, desde gente que lo apoyaba subiendo la canción a sus páginas, hasta seguidores del candidato que, indignados, lo criticaron y le enviaron “comentarios agresivos”.
La canción de Sanoer acusa al magnate republicano de ser una persona con doble moral, pues su familia se ha formado con inmigrantes. Su madre nació en Escocia y llegó a Estados Unidos a la edad de 18 años; su abuelo, llamado Frederick, llegó a su país procedente de Alemania. Además, tanto su primera esposa como la actual nacieron en Europa del Este.
En otro de sus versos menciona el caso de Trump University, escuela fundada con la promesa de enseñar a sus asistentes los secretos del empresario para enriquecerse en el sector inmobiliario. El candidato republicano recibió demandas de los estudiantes, quienes pagaron hasta 30 mil dólares de inscripción, porque la escuela no cumplía lo que anunciaba.
Después de que su video se hizo viral, la gente de San Antonio, Texas, donde vive actualmente, comenzó a identificarlo como un activista en pro de la comunidad hispana. Incluso una cadena de televisión lo contactó para que hiciera una canción en la que invitara a los latinos a votar.
Para su sorpresa, hubo latinos que reaccionaron negativamente al video: “Algunos hispanos también se sintieron ofendidos. Me dijeron que yo no los representaba y no podía hablar por ellos; sin embargo, yo no hablo por nadie, hablo por mí y quien me quiera apoyar, adelante”.
Hacia el norte, sólo por una mejor vida
La llamada de una tía fue la oportunidad de MC Sanoer para dejar atrás el grafiti en Ciudad Nezahualcóyotl —donde obtuvo su apodo—, abandonar su trabajo en el tianguis y perseguir el sueño de una mejor vida del otro lado de la frontera norte.
Con solamente 17 años, el joven inmigrante había intentado cruzar dos veces a Estados Unidos sin tener éxito, además de soportar los malos tratos e insultos de la gente de Inmigración. Sus ganas de trabajar y seguir adelante lo llevaron a intentarlo una tercera ocasión.
El viaje por el desierto no fue sencillo: el coyote le dijo que duraría dos días y se prolongó hasta una semana. Tuvo que tomar agua sulfurada, porque la embotellada se había terminado. La comida enlatada la abría con piedras y “lo más difícil era caminar con la incertidumbre de no saber si iba a llegar”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que entre 2010 y 2015, mil 718 mexicanos murieron en su intento de cruzar a Estados Unidos. Datos de la Patrulla Fronteriza señalan que en 2015 fueron detenidas y deportadas 230 mil personas.
“Yo iba solo. Íbamos como 10 personas y sólo llegamos la mitad. Había una mujer embarazada, yo le venía ayudando, hasta que pasamos por una zona montañosa y ya no pude. A veces me pregunto qué pasó con ella”, recuerda el rapero mientras baja la cabeza y cambia su tono de voz.
Sanoer llegó a una ciudad fronteriza en California; el coyote lo dejó en una bodega y lo puso en contacto con sus familiares. Después un amigo de sus tíos fue por él, le pagó la cuota al coyote y lo dejó en medio de la carretera entre San Francisco y Oakland, donde su tío lo recogió.
Después de pasar por muchos trabajos en cadenas de comida rápida y fábricas, Sanoer se mudó a San Antonio, lugar en el que conoció a la madre de sus hijas, también inmigrante mexicana. Ahí encontró trabajo en la sección de call center de una compañía de cable.
La vida con el presidente Trump
Que Donald Trump haya ganado las elecciones presidenciales tuvo grandes e inmediatas repercusiones en el día a día de Sanoer, en su bolsillo y en su estilo de vida.
Los precios de algunos trámites para nacionalizarse elevaron su costo al doble; además, el racismo por parte de los estadounidenses, e incluso de los mismos latinos, se incrementó.
“Hay una tensión enorme. Antes si hablabas español en cualquier lado, un estadounidense te ignoraba; ahora te contestan agresivamente que hables inglés. Igual con los latinos, te reprochan que el país te está acogiendo, por lo que debes hablar inglés. Se está soltando el racismo”, dice, se tapa la cara y mueve la cabeza en señal de negación.
Para Sanoer una de las principales razones por las que Trump ganó las elecciones presidenciales fue la desunión y el rechazo que existe entre las comunidades latinas, al menos en San Antonio. Por ese motivo decidió escribir otra canción, la cual tuvo menor impacto en las redes sociales. El rapero cuestiona en uno de sus versos: “¿Hasta cuándo la comunidad latina seguirá olvidando su origen?”.
El rapero tratará de llevar su vida como lo ha hecho hasta ahora, pero con una incertidumbre casi igual a la que vivió en el desierto: la de no saber si Donald Trump cumplirá las amenazas de deportar a los indocumentados. Para él, volver a México ya no es una opción, pues tiene la responsabilidad de su familia.
Sanoer dice que mientras el presidente Donald Trump siga atacando a los inmigrantes latinos y otras injusticias en su entorno ocurran, él seguirá tomando su micrófono para rapear, ya que es una forma de desahogarse y de demostrarle a sus hijas que su padre no es nada de lo que Trump dice.
