Pasar 45 días en el transporte es tener trayectos mayores a las dos horas y media de ida al trabajo, y después, otras dos horas y media de regreso a tu hogar, ya sea en auto particular o en transporte público. Pueden ser 100 kilómetros de recorrido u 80. El tiempo no deja de correr. Ese tiempo podrías ocuparlo en otras cosas.
Para David, Sandra, Izcóatl y Nayeli, personajes del reportaje Traficalinos, un mes y medio de vuelta a sus días sería ir mes y medio a Bali, Indonesia, 45 días de estar en casa teniendo una tarde libre, ir al cine, comer, reír, ir de viaje con esposa e hijo a Oaxaca o ir a su ciudad favorita, que es Nueva York.
Poder hacer cosas que uno debería en lugar de estar sentado, atado a un asiento. Si por un acto de magia les devolvieran las horas de camino al trabajo, a ellos o a ti, se podría:
· Correr un ultramaratón de 100 kilómetros 113 veces sin parar.
· Recorrer 11 mil 300 metros corriendo.
· Nadar al mismo nivel que el campeón Michael Phelps los 100 metros mariposa, 78 mil veces.
· Presenciar una olimpiada y media.
· Ver el juego de México ganando la medalla de oro en futbol contra Brasil 720 veces seguidas.
· Seguir el Camino a Santiago de Compostela desde Francia.
· Ir y regresar a pie a Acapulco cinco veces, saliendo desde el Zócalo de la CDMX.
· Cursar un diplomado para la titulación en la UNAM.
· Aprender 3.75 lenguas diferentes.
· Ver 540 películas de dos horas en promedio.
· Concretar 135 ciclos de sueño de ocho horas promedio.
· Hacer dieta con frutas y verduras crudas y cocidas para bajar por lo menos seis kilos.
· Contemplar el nacimiento desarrollo y muerte de una mariposa, la vida de una mosca, el cambio de piel de una serpiente, el proceso de una gallina para poner 33 huevos.
Son 45 días: mil 80 horas, 64 mil 800 minutos y tres millones 888 mil segundos que están acabándose entre tú y tu trabajo, en el tráfico.
¿Y tú, cuánto tiempo pasas de tu vida en el transporte?
ml