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periodismo.investigacion@eluniversal.com.mx
Su ingreso como trabajadora de esta red de servicio a través de internet es relativamente reciente. Apenas 10 meses y ya es la cuidadora top por su “excelente servicio”. “Me envió fotos de Pancho diariamente, se ve que los quiere mucho y los cuida como si fueran suyos”, “Gracias a ella pude viajar tranquilo”. Éstas son algunas reseñas que resaltan en el perfil de la cuidadora de perros más solicitada, y a quien podríamos llamar Nana Van.
Ella es Vanessa Lozano y es la número uno dentro del servicio del portal web cuidamimascota.com.mx, en el que apenas está por cumplir un año como parte de los mil nanos que hoy se ofrecen para el cuidado de perros y gatos, pero donde existe la posibilidad de encontrar hasta nanos de tarántulas, hámsters o peces.
La Nana Van no cuida animales exóticos ni peces, sólo gatos y (en su mayoría) perros. Ofrece en su perfil lo que muchos buscan y la mantiene como primera opción: “Mi hotel es mi casa. Aquí no hay jaulas. Hago de todo para que los peques sigan sintiéndose como en casa”.
Ella garantiza apapachos, cuidados especiales —sobre todo a perros “viejitos”—, juego permanente, alimentación adecuada e incluso la revisión de sus heces para comprobar que todo esté en orden con su salud.
En su casa están perfectamente acomodadas las correas que cuelgan de un perchero. Platos llenos de croquetas o agua. Cierto, aquí no hay jaulas. Sólo camas, cobijas y juguetes. Algunos corren en el jardín, otros juguetean en la alberca. Algunos más comen o toman siesta. No hay distinción para recibir de ella besos y abrazos. Y lo mejor: todo perro o gato a su cuidado puede subir a las camas.
El cabello rojizo de la Nana Van destaca tanto como la atención que presta a las mascotas aun cuando conversa sobre su trabajo y el origen de su pasión perruna:
Cuando ella tenía cuatro años su padre le regaló su primer perro: Popi, un maltés de color blanco. Fue en ese momento que comenzó el amor por los canes. Con el paso del tiempo, amigos y familiares le empezaron a pedir que cuidara de sus mascotas, lo que hacía sólo por gusto.
Hace unos meses, cuando se enteró de la existencia del portal, no lo dudó: “Yo podía ser cuidadora y me encantó la idea”.
El origen: la necesidad
Vanessa Lozano decidió formar parte de la red más grande en México de cuidadores de mascotas. Se trata del sitio web cuidamimascota.com.mx, que surgió en octubre de 2015.
“Inicié la plataforma por necesidades especiales a las que yo me enfrentaba cuando tenía que dejar a mi mascota en hoteles y guarderías”, cuenta Olga Zambrano, su creadora.
Actualmente hay cerca de mil personas registradas como cuidadores en el portal. Los altos costos que ofrecen las aerolíneas para transportar a las mascotas —mil pesos promedio—, y los rumores negativos que Olga veía en redes sociales o que le platicaban sobre las malas experiencias en hoteles y guarderías fueron aspectos que la motivaron para crearlo.
La red permite que el usuario consiga en línea a un cuidador cerca de él, sin importar hora o día de la semana. Para saber más sobre el cuidador que le interese al cliente, éste puede ver su perfil y revisar qué tanta experiencia tiene, así como checar las reseñas de usuarios previos.
“El objetivo es que la mascota siga la misma rutina a la que está acostumbrada en un ambiente libre de jaulas para reducir el estrés y la ansiedad que sufre al separarse de su dueño, y en lugar de quedarse en un local o con un familiar se quedan en la casa de gente que adora, ama y vive con mascotas”, explica Olga.
Toda mascota puede tener un cuidador: perros, gatos, aves, peces, reptiles y animales exóticos. Los cuidadores de canes son los más solicitados. Abarcan, aproximadamente, 90%; el segundo lugar es para nanos de gatos.
Las ciudades que abarca la red en el país son: Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro, Mérida, Puebla y Tijuana, aunque la plataforma está abierta para cualquier metrópoli de México. Desde mayo pasado también está disponible en Argentina. “Nos pudimos expandir muy rápido por el hecho de que hay tantos amantes de mascotas que se divierten mucho teniendo este tipo de trabajo”.
Nana Van: estilo de vida
En este trabajo no queda mucho para la vida personal, cuenta Vanessa. “Desde que te despiertas, si es que pudiste dormir en la noche, hasta que logras dormir a todos... estás ocupada todo el tiempo”, asegura Vanessa Lozano, quien cuida en promedio de 10 a 15 perros diarios, y afirma, hasta 50 en temporadas altas, como lo son vacaciones de verano, Semana Santa y de fin de año.
Sus jornadas comienzan de madrugada, con los canes que llegan o que se despiertan alrededor de las 6:30. El día avanza entre el desayuno y la comida, los juegos y necesidades fisiológicas, hasta llegar la calma nocturna. “Muchos duermen conmigo, en mi recámara (ha dormido hasta con 14 de ellos en su cama), los que quepan... los que no, en la recámara de lado, otros me llegan con su casita”.
La estancia de 24 horas tiene un costo de 250 pesos; la estancia diurna por 150, y paseos por 100, estos últimos, afirma, en lugares seguros y nunca sin correa.
Las fotografías y videos en su oficio son herramientas básicas, pues la Nana Van debe mandar a los dueños la evidencia de cómo están los animales para que se cercioren de que todo está en orden.
Si la mascota llega a sufrir un accidente o se enferma de manera inesperada, la red se hace responsable y cubre el servicio médico.
Todos los cuidadores de la red a la que pertenece la Nana Van tienen la libertad de elegir el servicio y tarifas a ofrecer. La reserva por el servicio solicitado se hace en línea, pero a los cuidadores se les da su paga después de uno a cinco días hábiles del servicio realizado. Un porcentaje se destina al sitio web, así que los ingresos que un cuidador obtiene son variados y depende en gran medida del número de servicios acumulados.
Juntos, pero no revueltos
Vanessa y su mejor amiga, Victoria de la Fuente, están registradas en cuidamimascota.com.mx. Las dos amantes de los animales, preocupadas por la comodidad de las mascotas durante sus respectivas estancias, trabajan desde sus casas; una de ellas incluso está adaptada para brindar una mejor experiencia para los animales.
Puertas, letreros, accesos, cuadros y hasta huellas de colores sobre la pared se pueden encontrar en las distintas áreas destinadas a los huéspedes: razas grandes, razas pequeñas, perros viejos, cachorros y las “princesas”, que son perras que se encuentran en celo y que tienen su propia área. También está “La Gatera”, único espacio donde los canes no pueden entrar por ningún motivo.
La única regla para la Nana Van es no aceptar razas que aunque estén muy bien educadas, por instinto pudieran ser peligrosas como: Bull terrier, Dóberman y Rottweiler. “Trato de mantener un ambiente equilibrado. También aplica si un perro no es sociable con otros perros, no hay forma de que lo acepte porque pone en riesgo a todos los demás”.
Esta niñera de perros y gatos es dentista de formación y tiene una clínica dental dirigida por ella, pero atendida por otras personas.
Cuando decidió ser cuidadora fue por un fin especifico: recaudar más fondos económicos para el centro Adoptando un corazón canino, en la Ciudad de México, que creó junto con Victoria de la Fuente, y en el que se dedican a la rehabilitación y alimentación de perros y gatos en situación de calle y que posteriormente son dados en adopción.
¿Por amor o por dinero?
“No estamos buscando a gente que trabaje en la red sólo por ingreso económico. Buscamos gente que en realidad ame a las mascotas y que pueda ganar un ingreso extra a lo que gana haciendo algo que les gusta”, afirma Olga Zambrano, fundadora de cuidamimascota.com.mx.
Cada una de las personas que están interesadas en ser parte de esta comunidad de cuidadores debe pasar por filtros para ser aceptados: llenar formularios donde se les cuestiona qué tipo de mascotas cuida, su experiencia, y entregar datos, fotografías y credenciales para verificar que son cuidadores confiables.
No todos son aceptados. Según datos proporcionados por su creadora, desde que surgió el portal hasta el mes de julio de este año alrededor de 20 mil personas han estado interesadas en ser cuidadoras, pero sólo 5% ha logrado pasar todas las pruebas.
Actualmente Vanessa Lozano, la Nana Van, asiste una vez a la semana a un hospital veterinario con el fin de adquirir más y mejor conocimiento que le sea útil en su oficio de cuidadora. No tiene mucho tiempo para ella, pero el encanto de estas mascotas la motiva para seguir con sus largas jornadas laborales.