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Con Joaquín El Chapo Guzmán Loera dentro o fuera de la cárcel, el Cártel de Sinaloa puede seguir operando y lo seguirá haciendo si no se ataca su estructura financiera, la cual permanece intacta, al igual que sus operadores y su agenda de contactos dentro y fuera del país, coinciden expertos en temas de seguridad nacional y crimen organizado.
La recaptura del capo no tiene hasta el momento ningún impacto en la estructura criminal, porque desde hace varios años se sabe que el cártel está dirigido por Ismael El Mayo Zambada. Sin embargo, podría comenzar una disputa interna en caso de que los hijos de Guzmán Loera —Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar— quieran obtener el control del grupo.
Raúl Benítez Manaut, profesor investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México con especialidad en seguridad nacional, defensa y crimen organizado en México y Estados Unidos, considera que la recaptura del capo es “simbólica” y “política”, debido a que la dirección del cártel había sido trasladada a El Mayo Zambada. “El Chapo había humillado al gobierno mexicano y su reaprehensión reivindica la autoridad del gobierno, la imagen del Presidente [de la República] y la [Secretaría de] Marina, pero en las estructuras criminales no tiene impacto”, dice.
La recaptura del narcotraficante no tendrá impacto real si no se persigue a El Mayo Zambada y las estructuras de lavado de dinero de la organización, agrega.
Si quieren golpear al cártel, dice el experto, tendrían que ir contra El Mayo y Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
Respecto a los hijos de El Chapo, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Benítez opina que no tienen la capacidad para dirigir al grupo.
“Si toman las riendas del cártel lo van a hacer quebrar, son unos juniors. Archivaldo lo único que hace es usar bien el Twitter y andar buscando mujeres, ferraris, joyas. Esa gente no tiene capacidad para manejar una organización de esa complejidad; El Mayo sí. Entonces, seguramente va a haber una rivalidad entre El Mayo y los hijos de El Chapo, pero no creo que ellos puedan disputar el liderazgo”.
Gilberto Santa Rita, especialista en Derecho Penal y profesor de la Universidad Iberoamericana, dice que “el Cártel de Sinaloa está tan estructurado y tan arraigado, que aun con el destronamiento del capo, realmente no ocurre nada”. Advierte que si en realidad se quiere atacar al cártel es necesario acabar con su sistema de financiamiento. “El verdadero problema es el lavado de dinero”, considera.
Gerardo Rodríguez, profesor de la Universidad de las Américas Puebla, recuerda que con la pasada aprehensión de El Chapo no hubo grandes cambios en el cártel, porque la parte operativa y financiera han sido manejadas por El Mayo y Juan José Esparragoza, El Azul. Aunque existe la versión de que éste último falleció, autoridades aún lo buscan.
“Han demostrado que con y sin El Chapo pueden seguir operando, tienen operadores en tierra y mantienen su directorio de contactos en Estados Unidos. Creo que todavía es prematuro anticipar alguna ruptura interna”, dice.