Antes de dejar el cargo de procurador General del Estado de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera declaró ante la PGR por el caso Ayotzinapa, y ahí se deslindó de cualquier relación con el grupo delictivo Los Rojos, adversarios de los Guerreros Unidos.

La aclaración se dio porque en la averiguación previa de la desaparición de los 43 normalistas, Iñaki fue acusado por Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos, de recibir 300 mil dólares para él, para el secretario de Seguridad Pública del estado, Leonardo Vázquez Pérez y para el director de la Normal de Ayotzinapa.

“Niego categórica y enfáticamente tal señalamiento por carecer de sustento alguno. Se trata de un testimonio de oídas producto de la confesión del citado Sidronio Casarrubias”, dijo el 29 de octubre de 2014, según el expediente. De acuerdo con Casarrubias en el testimonio clave para el sustento de la criticada “verdad histórica” emitida por el ex procurador Jesús Murillo Karam, los Guerreros Unidos secuestraron a 43 normalistas de Ayotzinapa porque entre ellos “iban infiltrados 17 miembros de Los Rojos“.

“El suscrito no tuvo conocimiento previo de que un grupo de normalistas fuese a trasladarse a Iguala los días 26 y 27 de septiembre de 2014”, dijo ante el Ministerio Público federal.

En la comparecencia, el entonces fiscal del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero dijo que en su gestión se dieron importantes golpes a Los Rojos y compartió información de inteligencia con autoridades locales y federales.

“Por lo que hace a la organización delictiva Los Rojos, la Fiscalía General del Estado ha detenido a un número considerable de sus integrantes y se ha ejercido acción penal en su contra con y sin detenido, habiendo obtenido los correspondientes autos de formal prisión, y órdenes de aprehensión, para lo cual me permito exhibir la estructura del cártel de Los Rojos desarticulada por la Fiscalía General del Estado, y la Policía Federal”, mencionó.

Agregó: “Debo abundar que toda la información disponible en la Fiscalía General del Estado sobre Los Rojos ha sido compartida a distintas instancias gubernamentales, entre ellas el Cisen, a través de su delegado en Guerrero y a la Policía Federal a través del hasta hace unos días coordinador de dicha corporación en la entidad y ventilada en distintos momentos ante los integrantes del grupo de coordinación Guerrero, el cual se conforma, además de las señaladas autoridades por el comandante de la Novena Región Militar y el secretario de Seguridad Pública estatal”.

Agregó que se le han rendido informes a la SEIDO, en particular a la unidad de secuestro.

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