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A las 23:30 horas del 26 de septiembre de 2014 un militar que se desplazaba en un vehículo particular observó e informó a sus superiores sobre las agresiones que estaban sufriendo los normalistas de Ayotzinapa por parte de la policía municipal. Este elemento era parte del Órgano de Búsqueda de Información del Ejército en Iguala, Guerrero.
“ ...Cerca del palacio de justicia, siendo las 22:30 horas aproximadamente, vi que se encontraba un autobús de pasajeros rodeado de elementos de la policía municipal de Iguala... quienes trataban de bajar a las personas que venían en el autobús”, se lee en la declaración del militar, consignada en la averiguación previa de la PGR.
El militar continuó: “...Le reporté al teniente [nombre testado] lo que estaba sucediendo, y él me indicó: ‘quédate por ahí otro rato para ver qué se ve, pero no te arriesgues ni te acerques mucho’, por lo que me quedé en el lugar como una hora... En ese lapso me percaté que las personas que iban abordo del autobús les arrojaban piedras por las ventanillas a la policía municipal”.
En los últimos minutos de su estancia, el militar se dio cuenta del sometimiento de los policías sobre los normalistas.
“Me percaté que a los estudiantes que bajaban del camión la policía municipal los esposaba, y en forma agresiva los tendían en el piso boca abajo, siendo esto un número aproximado de 10 estudiantes, y como recibí la instrucción que no me arriesgara mucho opté por retirarme del lugar, no sin antes reportarle todo lo sucedido a mi mando, el teniente de Infantería...”.
En la declaración agregó que, de lo sucedido esa noche, tomó entre cuatro y cinco fotografías con su teléfono celular, pero las imágenes se las dejó a su mando.
“[Ya] que regresé a las instalaciones del 27 Batallón, como a las 23:40 horas, reportando verbalmente lo sucedido a mi mando... y me pregunta que qué había pasado afuera, ‘dicen que hubo balazos o algo así’. Le contesté ‘no sé si hubo balazos’”.
El militar añadió que acudió al hospital Cristina, el mismo donde se encontraba un normalista herido, y ahí tomó otras tres fotografías que también entregó a su mando.