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Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Bárbara Gayton, maestra jubilada estadounidense, dice sentirse triste y preocupada por el presidente de Estados Unidos y sus políticas. “Muy triste, muy mal todo”, sintetiza.
En 2004 Bárbara llegó a San Miguel de Allende. El plan original sólo era vacacionar. El viaje la hizo tomar una decisión radical: dejar su trabajo en Estados Unidos y volver a esta tierra mexicana. “Un día, amor con San Miguel”, dice con un español limitado.
Atraída por el clima, la tranquilidad y los espacios naturales, hace 12 años cambió su casa en Tampa, Florida, por un departamento en un conjunto habitacional privado cerca de la zona Centro de San Miguel de Allende.
“Cuando te jubilas es perfecto llegar aquí, a muchos americanos les gusta vivir en México”, cuenta mientras coloca unos bocadillos en el horno. Sólo en este complejo habitacional residen 50 extranjeros más.
Durante 38 años, Bárbara fue maestra en diversos niveles de educación, desde kínder hasta la universidad. En su país, dice, vivió una verdadera democracia, y eso no pasa ahora. En esta pequeña comunidad Trump es tema de conversación frecuente. Desde esta ciudad, muchos americanos se han expresado en contra del muro y del racismo, asegura la mujer esbelta, de ojos azules.
Hace más de una década que San Miguel enamoró a Bárbara. “Las personas son amables, de buenos corazones. El clima es perfecto, hay muy buena energía. Buena vida”. Y aunque tiene familia en Florida y Texas, estos son destinos que sólo visita en Navidad.
