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Irma García tiene 13 años, inició su primer negocio a los 11 con únicamente 300 pesos, y un año después logró poner su propia tienda en su pueblo. Forma parte de los 13 millones 426 mil 956 trabajadores independientes de México.

De acuerdo con los datos estadísticos de la Secretaría de Economía, se registraron en el SIEM (Secretaría de Información Empresarial Mexicano) 742 mil 855 empresas para el año 2014.

‘‘Las Pymes contribuyen con siete de cada 10 empleos formales que se generan en el país, por eso es fundamental que se incrementen los programas que permitan fomentar su desarrollo’’ dice Miguel Marón Manzur, subsecretario de las Pequeñas y Medianas Empresas de la Secretaría de Economía.

Irma vive en Chiapas, en el pueblo de Vicente Guerrero, que está rodeado de montañas y tiene un río en donde bajan los niños a jugar. Las familias utilizan hoyos sin drenaje en lugar de baños, y calientan agua de lluvia en fogatas para bañarse a jicarazos.

Se alimentan de lo que producen, tienen gallinas que los proveen de huevos, hacen tortillas con su maíz, cultivan café y frijoles, que es en lo que se basa su dieta diaria. Irma se debe levantar cada día a las 4 de la mañana a trabajar en la milpa con su padre para que después pueda caminar a la escuela primaria. Al salir, tiene que cuidar a su madre que está enferma y ayudar en el quehacer de su casa.

Nada de esto ha impedido que Irma siga soñando y pensando como emprendedora.

El camino del negocio

Hace dos años, cuando aún no cumplía los 12, Irma decidió comenzar a pararse en la madrugada todos los días para ayudarle a su padre con el trabajo, sembrando y recolectando maíz. Su padre, al querer enseñarle a trabajar y a cuidar el dinero le ofreció un peso por cada vez que lo acompañara. Cuando juntó 60 pesos, compró una alcancía, en ella ahorró 300 pesos (lo equivalente a 300 días de trabajo), con ese dinero decidió comprar chicharrones y venderlos en su comunidad.

Al ver que no estaba vendiendo tanto, con lo que fue ganando compró mercancía diversa. ‘‘Del chicharrón no se ganaba bien. Así que puse algo más como refrescos, chicles y papas fritas. Fue gracias a que me dieron una oportunidad mis padres que ahora he logrado esta meta’’ mencionó.

Actualmente Irma sigue trabajando en este proyecto y, con su esfuerzo y ahorros que ha vuelto a invertir en comprar más productos que le demandan en el pueblo, ha construido su propia tiendita. Todas las tardes al terminar sus clases de primaria y sus quehaceres en casa, saca sus productos en una mesita de madera que ella misma ha construido y espera a que personas de diferentes edades de la comunidad se acerquen a comprarle.

Entre los sueños que Irma tiene es ir a la universidad y ser locutora de radio, esto último ya lo está logrando. Su voz ya se escucha en la radio comunitaria 88.3 FM de su escuela. En esa estación, la adolescente ha aprendido a hablar frente a un micrófono y desarrollado su capacidad de expresión.

Hasta ahora Irma se siente contenta con lo que ha logrado, pero menciona que sabe que tiene que seguir trabajando y esforzándose porque es la única forma en que podrá alcanzar el éxito. Personas como ella, tienen muchas ganas de salir adelante, sin embargo por las situaciones en las que se encuentran, han tenido dificultades en encontrar oportunidades, pues se enfrenta a un triple reto: Es niña, es indígena y vive en uno de los estados más empobrecidos del país.

Irma, dentro de los 13 millones 426 mil 956 trabajadores independientes que hay en la República

En México, existen emprendedores que han intentado sacar adelante empresas de diferentes dimensiones. De acuerdo con datos del Inegi del 2015, basados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), se estiman alrededor 35 millones 568 mil 532 personas que no son económicamente activas. Un total de 50 millones 336 mil 88 personas son ocupadas. Hay 13 millones 426 mil 956 trabajadores independientes y 34 millones 169 mil 141 trabajadores subordinados y remunerados.

Entre estas empresas ahora está LAP (Life Achievement Platform) una empresa de consultoría que inició Elías Said hace tres años al cumplir los 21. Este negocio lo emprendió con Gabriela Solórzano, su socia. Con tres años de vida, han logrado posicionarla como la número 33 a nivel Latinoamérica según datos de la revista Consultoría.

LAP se especializa en desarrollo organizacional, donde concretan plataformas de acuerdo a las necesidades de sus clientes con la finalidad de llevar a las empresas a su máximo nivel de eficiencia, generando un equilibrio en las distintas áreas de la empresa.

El que LAP se especialice en trabajar directamente con el capital humano de las organizaciones, ha permitido que puedan ampliar su espectro a cualquier tipo de organización. Trabajan con empresas como Televisa, Kimberly Clark, ABB, GNP Seguros y Citigroup, hasta empresas más pequeñas, medianas, familiares e incluso startups y emprendimientos.

LAP inicia por un deseo de lograr que los empleados puedan encontrar su bienestar, y un sentido a lo que hacen; esto hace que mejore el funcionamiento interno de las empresas, creando excelentes resultados fuera de ellas.

Uno de los sueños de Elías es que LAP se convierta en una de las firmas más importantes a nivel mundial ‘‘Nuestro plan para llegar a posicionarnos como una de las firmas más importantes es seguir dando nuestro 100 por ciento todos los días, innovando nuestros procesos, seguir reuniendo a la mayor cantidad de expertos en la materia a nivel mundial para que puedan atender a nuestros clientes’’ dijo.

Elías, a sus 24 años, ya ha tenido experiencia laboral en distintas industrias entre ellas la hotelera, la de seguros, la financiera, distintas industrias de manufactura, la industria de la consultoría en negocios y consultoría financiera.

A pesar del éxito que está teniendo LAP, el proceso para Elías no ha sido fácil, ‘‘claro que me ha costado emprender en México, emprender un negocio se trata de aprender más que de emprender. Se trata más de ir encontrando formas de hacer y no hacer las cosas. Cuesta trabajo arreglar los errores y salir adelante; hay momentos duros y momentos fáciles. Los proyectos de emprendimiento no son negocios que se hacen de un día para otro’’.

Uno de los retos a los que se ha tenido que enfrentar Elías es su edad, ya que trabaja en servicios que requieren de mucha experiencia y algunos al ver que tiene 24 años, le han cerrado las puertas, ya que a pesar de que tanto él como su equipo han ido adquiriendo experiencia a lo largo del tiempo, cuesta creer que hoy en día una persona tan joven, lidere una de las empresas de más rápido crecimiento en la consultoría.

Su mayor aprendizaje ha sido por su equipo de trabajo, el aprender y crecer con ellos. Piensa que para lograr algo es importante creer fielmente en lo que haces, no permitir que nadie ni nada te detenga, y comprender que nadie va a hacer las cosas por ti. ‘‘Si crees en algo haz todo lo que tengas que hacer para hacerlo, responsabilízate de tu vida y de tus actos, estás en donde estás parado por las decisiones que has tomado’’ declaró.

De acuerdo con la revista Forbes, los fondos de capital emprendedor en México se están invirtiendo más en comercio electrónico con un 20 por ciento y tecnología, medios y telecomunicaciones con un 13 por ciento, lo cual indica que la tecnología tiene cada vez un papel más importante en la industria.

En la ‘‘Encuesta Empleo 2013’’del portal Trabajando. com y Universia, indicaron que ocho de cada diez mexicanos prefieren intentar iniciar su propio negocio antes de trabajar para otra organización e iniciar ahí una carrera laboral. Las tres principales razones fueron ‘‘libertad de acción profesional’’ con 38 por ciento, ‘‘hacer lo que más les gusta’’ con 29 por ciento, ‘‘mejorar su ingreso’’ con 26 por ciento y un 7 por ciento los que ‘‘quieren ser su propio jefe’’.

Para el 2015, Universia y Trabajando.com realizaron otra encuesta en la que de 7 mil 319 jóvenes de diez países en Iberoamérica, 92 por ciento indicaron que crearían su propia empresa, y el 37 por ciento utilizaría a las redes sociales como medio para promocionarse y vender sus productos.

Prendas muy mexicanas

Otra emprendedora mexicana que ya le dio inicio a su propia empresa apoyándose de las redes sociales es Daniela Elguero, fundadora de Komoni. ‘‘Komoni significa pasión en Náhuatl y nace por la pasión que le tengo a nuestra cultura. Empecé hace 3 años desde que nació la idea y desde ahí he crecido muchísimo’’, indicó.

La idea de Komoni es trabajar en colaboración con culturas indígenas de México, para crear productos únicos y 100% mexicanos, pero fusionándolos a la vez con modelos contemporáneos. Actualmente está trabajando con familias de artesanos de Oaxaca, Mérida y Chiapas. El objetivo principal es que se reconozcan las artesanías mexicanas de cada estado mundialmente y que sea valorado su trabajo.

En una encuesta que realizó Komoni a 159 jóvenes de ambos sexos, obtuvieron como resultados que a la mayoría les gustan los textiles mexicanos, y la mayor parte valora el trabajo hecho en México, lo cual puede ser una gran oportunidad para Daniela al crear con este material, productos que se utilicen en la actualidad, y mejor aún, invitando a las personas a apoyar al mismo tiempo a la industria textilera indígena en cada compra.

Komoni es para hombres y mujeres de diferentes edades, pero sus principales clientes son jóvenes entre 18 y 25 años. Actualmente sus productos se están vendiendo principalmente en su propia tienda localizada en Monte Altai 55, esquina con Prado Norte, en bazares y hoteles de la Ciudad de México, por internet, y en algunas tiendas de Mérida y San Miguel de Allende.

Daniela diseña principalmente zapatos, pero cuenta con otros productos como carteras para hombre y camisas para hombre, todos con textiles. Intenta conservar el trabajo de los indígenas tal cual se lo entregan con el fin de que se representen sus creaciones sin que ella intervenga. Y dependiendo de los textiles, combina las telas con diferentes materiales creando distintos diseños.

Actualmente, Daniela está entrando a varios proyectos con personas que tienen marcas parecidas, porque teniendo un objetivo en común, es más fácil que logren alcanzar su sueño en conjunto y causar un mayor impacto positivo en las comunidades. ‘‘Komoni es una empresa socialmente responsable, conocemos a las comunidades, les compramos sus textiles y se lleva a cabo un comercio justo para respetar sus precios, porque me di cuenta que mucha gente regatea a pesar del trabajo que hay detrás de cada textil’’, indicó.

La revista Forbes mostró los resultados del estudio Vistazo al Emprendimiento 2015 realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico, (OCDE) en donde se encuestaron a dos mil personas alrededor del mundo entre 18 y 64 años. En los países más optimistas sobre el emprendimiento salieron: Brasil con 85%, Holanda con 79.10%, Indonesia con 72.90%, Colombia con 70.50% y Sudáfrica 69.60%.

México no aparece como uno de los países más optimistas en los primeros resultados, sin embargo, existen emprendedores como Irma, Elias y Daniela que tienen en común un optimismo hacia el emprendimiento en el país. Su trabajo y dedicación los han llevado a ver resultados que les han permitido continuar soñando y teniendo la ambición de seguir aprendiendo y creciendo.

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