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Restricciones legales, falta de disponibilidad de los servicios y normas sociales son los principales factores que impiden una vida sexual y reproductiva adecuada para las jóvenes en países rezagados, de acuerdo con el reporte “La necesidad y el uso de servicios de salud sexual y reproductiva de las mujeres adolescentes en países en vías de desarrollo”, elaborado por el Instituto Guttmacher, organización sin fines de lucro promotora de la salud reproductiva bajo los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio está enfocado en mujeres de 15 a 19 años de 70 países en África, Asia y América Latina. Las recomendaciones del Instituto se enfocan en cinco ejes: educación sexual, autorización legal, condón, cuidado prenatal y aborto.
En cuanto a la autorización legal, se consideró que el hecho de colocar este tipo de “barrera” provoca lo contrario y con ello que cada día existan más clínicas clandestinas.
Los anticonceptivos y en general cualquier servicio relacionado con la salud sexual debe ser equitativo, accesible, aceptable, apropiado y efectivo para todas las adolescentes, sin importar si están en desventaja económica.
Se propone destigmatizar el uso del condón y garantizar mayor acceso y conocimiento sobre el mismo para prevenir el aumento del contagio del VIH/SIDA.
El cuidado prenatal es un paso clave para identificar complicaciones en el embarazo y prevenir la mortalidad materna, por lo que las adolescentes embarazadas deben ser educadas e infromadas sobre su importancia.
El aborto y los cuidados después de este deben ser parte de programas y políticas sociales. Además, este servicio debe ser gratuito o costeable para la mayoría de la población. De igual manera, los profesionales que lo practiquen deben ser instruidos sobre la importancia de mantenerlo en secreto para evitar que las adolescentes tengan miedo de acudir a clínicas especializadas.
Las cifras
En cuanto a las adolescentes que han contraído matrimonio, el menor porcentaje está en Latinoamérica, en donde de acuerdo con el país oscila entre 13 y 28%; en Asia la proporción general es de 20%, con excepción de Bangladesh (46), Nepal (29%) e India (28%) y África concentra las cifras más altas, con países como Nigeria en donde asciende a 63%.
En general las adolescentes que nunca han contraído matrimonio sí son sexualmente activas. La mayor proporción de este caso está en África, en Liberia y Gabón, con 53 y 50% respectivamente; en América Latina el porcentaje va de 11% en México a 45% en Cuba. Asia es la excepción: las mujeres solteras fueron excluidas de las encuestas en la mayoría de los países y en los que sí fueron tomadas en cuenta, casi todas las adolescentes dijeron nunca haber tenido relaciones sexuales.
El uso de anticonceptivos es particularmente bajo en las regiones donde más adolescentes son sexualmente activas. En África los niveles de mujeres jóvenes que utilizan algún método para no quedar embarazadas es inferior a 20%, mientras que en Asia la proporción también es baja pero el margen es amplio: de 0 a 52% dependiendo del país. América Latina tiene los mayores índices con 24 a 67%.
En consecuencia del bajo uso de anticonceptivos y la falta de información sobre cómo obtenerlos y a dónde acudir para realizarse un examen de virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) la mayor proporción de mujeres jóvenes que padecen VIH/SIDA está en los países africanos: 20%. En Latinoamérica el porcentaje es menor a 1% y en Asia no llega al 0.5%. De igual manera, el mayor porcentaje de mujeres jóvenes que padecen alguna otra enfermedad de transmisión sexual y no reciben tratamiento médico es mayor en Asia y África que en América Latina.
Sin embargo hay una tendencia creciente de necesidad insatisfecha de anticoncepción, es decir, mujeres sexualmente activas y en edad reproductiva que no quieren quedar embarazadas nunca o al menos en los próximos dos años. En África esta proporción es en promedio de 25% o más, mientras que en Asia va de 7% en Indonesia a 42% en Nepal; Latinoamérica presenta índices desde 13% (Cuba) hasta 57% (Haití).
En cuanto a los embarazos adolescentes, más de la mitad de estos no son planeados en los países de América Latina, mientras que en un tercio de los países africanos esta proporción asciende a 40% y en Asia disminuye: de 1 a 32% dependiendo del país.
Debido a que en general alrededor de 25% de las adolescentes entre 15 y 19 años en estos países han quedado embarazadas, el estudio estima que en 2008 aproximadamente 3.2 millones de mujeres entre estas edades se practicaron un aborto no seguro. La tasa estimada es de 26 y 25 por cada mil adolescentes en África y América Latina respectivamente, y 9 por cada mil en Asia.
Los estudios también arrojan que las adolescentes tardan más en darse cuenta de que están embarazadas que las mujeres adultas, por lo que buscan practicarse el aborto más tarde y eso implica mayores riesgos para su salud. Además, generalmente buscan clínicas clandestinas o realizan un aborto auto inducido para mantenerlo en secreto o porque no están al tanto de sus derechos.
Finalmente, en cuanto a los cuidados antes, durante y después del embarazo, el reporte muestra que en la mayoría de estos países más del 75% de las adolescentes recibe algún tipo de cuidado prenatal de un médico calificado, pero pocas hacen las cuatro visitas antenatales recomendadas.
El mayor porcentaje de adolescentes cuyo parto es atendido por un profesional está concentrado en Latinoamérica con un porcentaje promedio de 79%, excepto en Haití, en donde es de 44%. Asia tiene una proporción de entre 30 y 100%, de acuerdo con el país y en África va de 13 a 94%.
Las razones para no acudir a una clínica u hospital para dar a luz varían en cada región. En África el principal motivo es el acceso: el precio es muy elevado, el lugar está muy lejos con respecto al hogar de la adolescente, el lugar está cerrado, no hay especialistas mujeres o la calidad del servicio es muy pobre. En Asia las razones son principalmente culturales: el esposo o la familia no consideran necesario que la mujer acuda a un lugar especializado, esto sucede con mayor frecuencia en Nepal (73%) y en India (80%). América Latina, por otro lado, reportó motivos de acceso en 59 a 67% de los casos y culturales en 1 a 34%.