04/07/2019 |02:24
Redacción El Universal
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Siete meses de gobierno de la Cuarta Transformación parece poco tiempo, pero si la medición que hace la sociedad mexicana parte de la transformación lograda se trata de un tiempo histórico que ha dejado atrás décadas de administración que habían enraizado corrupción, despilfarro y deshonestidad.

El sello que se reconoce dentro y fuera del país al gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador es la honestidad y la transparencia, por que el desafío, ha dicho el propio jefe del Ejecutivo, es devolverles la confianza a los ciudadanos sobre sus gobiernos e instituciones.

No hay en este momento, siete meses después de la toma de posesión del gobierno federal, un área, sector o institución de relevancia nacional que no haya sido considerado en el proceso de cambio, que tiene como eje la erradicación de la corrupción y el uso eficiente de los recursos. Sin embargo, eso no es suficiente. El tiempo es un factor determinante y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador busca que el tiempo juegue a favor de la población, especialmente la que ha sido desdeñada por décadas y las que menos apoyos y atención recibieron.

Los cambios en distintos ámbitos y sectores continuarán, ya lo puntualizó el mandatario. No habrá titubeo ni medias tintas en la construcción del nuevo régimen, pero, además, “seremos radicales” en la defensa de la justicia y de un cambio verdadero. Por esta razón es fundamental referir las diez principales transformaciones que se han llevado a cabo en estos primeros siete meses, algunas de las cuales requerirán más tiempo y otras ya arrojan resultados sorprendentes en la línea de los objetivos trazados.

Primero y de manera fundamental, el fin del modelo neoliberal, consistente en el conjunto de medias políticas y sociales, principalmente, que beneficiaban a grupos minoritarios, a las élites.

Segundo, el combate a la corrupción, uno de los más graves lastres heredados de gobiernos anteriores. El fin del “moche”, que se convirtió en sistema para funcionarios y privados, no solo ya no se aplica, sino que se sanciona y denuncia por ley. El desvío de recursos ha dejado de ser normal porque hay mayores controles efectivos.

Tercero, la implementación de toda una cultura de austeridad en la administración pública que le significa millonarios ahorros al gobierno, pero sobre todo genera un piso parejo para todo funcionario, porque ahora han sido eliminados sus séquitos, guardaespaldas, uso de automóviles de lujo, aviones, helicópteros y viajes de placer.

Cuarto, la puesta en marcha de la más grande propuesta de programas sociales para beneficio de los grupos históricamente marginados. Hoy niños, niñas en edad preescolar, primaria y secundaria, población de menores y adultos discapacitados, padres de familia, adultos mayores, agricultores, campesinos, pescadores, pequeños y medianos comerciantes o empresarios y estudiantes de alto rendimiento, reciben un apoyo económico para el desarrollo de sus actividades.

Quinto, la definición de una política de energía e hidrocarburos que se sustenta, fundamentalmente, en la soberanía y en los principios constitucionales de los bienes propiedad de la nación. Se respetan concesiones, pero no habrá por ahora más explotación de recursos naturales para beneficio de privados. Se construirá la refinería de Dos Bocas para aumentar la producción petrolera y depender menos del exterior.

Sexto, una reforma laboral cuyo objetivo principal es democratizar la vida sindical, eliminar los cacicazgos y dotar de mayor libertad a los trabajadores sindicalizados. Aunado a ello, aumentos salariales y la modernización del sistema de justicia laboral.

Séptima, el respeto absoluto a la autonomía del Banco de México como base del equilibrio en las finanzas públicas. Cancelación de endeudamiento externo y uso eficiente del presupuesto.

Octava, el restablecimiento de un Estado de Derecho, con pleno respeto a los derechos humanos y la eliminación de todo tipo de abuso o exceso por parte de las fuerzas públicas del Estado.

Novena, la instrumentación de una política exterior guiada por los principios constitucionales de no intervención y el respeto al derecho ajeno. En la relación con EU, la norma es la no confrontación. Con Centroamérica, apoyo conjunto para abatir las causas de origen de la migración.

Décimo, la atención a todos los sectores del país y la atención de los problemas de fondo, para construir un país justo, democrático, libre y transparente.

Parece muy poco tiempo, siete meses, para evaluar del todo a un gobierno, pero a la vez es mucho lo que se ha hecho: el cumplimiento verificado de 78 de los 100 compromisos que asumió el presidente Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo de la Ciudad.

Activista social y titular del Fondo Mixto de Promoción Turística de la CDMX.
@LaraPaola1