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Es importante que las autoridades del deporte nacional tengan un plan para llegar de la mejor manera a los Juegos Olímpicos Tokio 2020; y, aunque el próximo año están los Panamericanos de Lima 2019, hay que trabajar para que la máxima justa deportiva no sea un desencanto más.
Si desde que inició el ciclo, es decir, una vez que terminaron los Juegos de Río 2016 se hubiera hecho una proyección, estaríamos mejor de cara a estas dos competencias. Las autoridades deben entender que es fundamental este tipo de organización de los procesos a seguir, ya que sin eso, vamos a los Olímpicos en espera de ganar algunas medallas y no con la certeza de que se pueden lograr.
No obstante, todavía se está a tiempo de planear algo importante. Situación que se lleva a cabo, desde hace tiempo, en algunos deportes, y que se hace bien en clavados, taekwondo y tiro con arco. Lo ocurrido en los Juegos Centroamericanos Barranquilla 2018 (al ganar México el primer lugar de la justa) nos da aliento a que para que en los Panamericanos la delegación mexicana vuelva a ser superior a cualquiera de los países que vencimos en Colombia. Si la proyección es clara y correcta, habrá buenos resultados.
Para ello, debemos hacer ver a los deportistas que se requiere un programa fuerte para su preparación, que entiendan que necesitan mucho entrenamiento y menos turismo deportivo. Es clave visualizar cómo queremos que lleguen nuestros atletas a Tokio, cómo poder llegar a las medallas.
Esa planeación debe ser hecha por cada federación con sus equipos técnicos, es importantísimo convencer a los mejores atletas de nuestro país de seguir ese proceso. Ya se hizo con la natación y se obtuvo un rendimiento histórico; salirse de esos esquemas, como el proyecto que encabezó Tina Vidal, puede hacernos ir pasos atrás. Sé que hay gente a la que le gustaría ir a eventos importantes, en lugares increíbles, pero que ojalá entiendan que lo que más les conviene es entrenar y prepararse.
Calificar a Tokio no será fácil, las marcas que piden para estar en los Olímpicos son propias de los primeros 20 lugares a nivel mundial en la mayoría de los deportes, por lo que requerimos que los deportistas se convenzan de que deben seguir una planeación como equipo multidisciplinario y no que cada quien jale para su lado. Ése fue el éxito de la natación mexicana en Barranquilla con números impresionantes. No rompamos esa motivación.
Y que quede claro para todos los involucrados (autoridades del deporte, federativos, entrenadores y atletas): eso es lo que conviene al deporte mexicano.
Profesor
