Desafortunadamente, los mexicanos vivimos momentos difíciles en lo que se refiere a la pérdida de credibilidad de aquellos personajes que, se supone, deben impartir justicia. En verdad que es impresionante cómo actúan algunos jueces en nuestro país.
Les platico, aunque seguramente están al pendiente de estos bochornosos episodios en los que delincuentes (políticos que robaron del erario y engañaron al pueblo) quedan en libertad o les dan penas de risa, de dos o tres años, cuando sus actos deberían tenerlos más tiempo guardados.
Personajes del calibre de Javier Duarte, Guillermo Padrés, Rodrigo Medina, César Duarte, y en algunos casos hasta sus familiares que se hacen cómplices con tal de disfrutar esa riqueza mal habida, parece que gozan de una impunidad que asusta, ya que a pesar de que los han atrapado y todo el mundo sabe lo que se robaron, ahora resulta que negocian menos años de prisión por información. En verdad que esto es no tener vergüenza.
Y lo peor es que no hay autoridad en este país que ponga un alto a todos estos terribles episodios que están a la vista de nuestros jóvenes y la gente, que se da cuenta que en esta situación interviene más la política que a una verdadera impartición de justicia.
Es imposible, después de ver estas atrocidades, no comenzar con preguntas como: ¿cuánta gente está en la cárcel porque robó comida? ¿Cuánta gente sufre porque sus hijos desaparecen y no pasa nada? ¿Cuánta gente sufre porque asesinan a sus familiares y no hay culpables?
Con tantos pendientes resulta increíble que algunos jueces se den el tiempo para liberar a delincuentes de cuello blanco… ¿Cuándo se dedicarán a ver los casos para liberar a quienes en verdad son inocentes y hundir a aquellos que han robado, asesinado o secuestrado? Ese es otro gran cuestionamiento.
Es algo realmente infame lo que pasa en este país… ¿Cuándo habrá una autoridad que ponga un hasta aquí a esas tropelías?
Hace unas semanas salí a la luz pública para denunciar los once años del asesinato de mi hija y que los jueces que llevan el caso, según ellos, no tienen argumentos para sentenciar a los delincuentes, y así hay miles de casos. Es un descaro total, no tiene nombre y nos lo refriegan en los ojos a los ciudadanos, mientras que la imagen del país a nivel internacional cae de manera peligrosa ante estos atropellos y no haya quien haga algo para erradicarlos.
Jueces mexicanos, el pueblo siempre ha creído que ustedes son las personas más capacitadas para impartir justicia en México; se cree que se quemaron las pestañas estudiando para tener una profesión digna y los ciudadanos estemos tranquilos con la impartición de justicia. Sé que no todos los jueces son iguales, no todos negocian con estos delincuentes que salen libres, pero para aquellos que lo hacen, un favor… No denigren su profesión ni manchen a sus colegas.
Profesor