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Hoy las universidades enfrentan un gran reto en todo el mundo: los estudiantes actuales aprenden bajo demanda lo que quieren y cuando quieren, a través de tutoriales y videos que se imparten en aplicaciones digitales abiertas como Youtube , Moocs u otras plataformas, las cuales pueden expedir certificados de los cursos que ofrecen .
Esto significa una revolución al modelo clásico de la formación escolar: profesor, alumnos, salón de clases, universidad… este escenario abre una gran área de oportunidad para que las universidades transformen sus modelos tradicionales de cara a este inminente cambio.
En este entorno ¿qué está haciendo el Tec de Monterrey ? Adoptando y apropiando las características de una “universidad del futuro”: más tecnología en el proceso de aprendizaje, menos clases teóricas y más práctica; visión global y democratización de la enseñanza; formación online o híbrida; campus inteligentes alineados con esta realidad, entre otros.
En ese sentido, el Tec está rompiendo los paradigmas de la educación presencial a través del modelo educativo Tec 21, el cual tiene su base en cuatro componentes: Aprendizaje basado en retos ; Flexibilidad; Profesores inspiradores , y Vivencia memorable. Además, entre otras cosas, propone optimizar la comunicación y la conectividad entre profesores y alumnos, manteniendo siempre el sentido humano como uno de los valores fundamentales de la Institución.
Desde las aulas se implementan -como parte de esta nueva tendencia de comunicación y conectividad entre profesores y alumnos - varios proyectos tecnológicos entre los cuales destaca el modelo de profesor avatar, que consiste en un robot de telepresencia que permite darle un sentido humano a la educación a distancia, ya que el alumno tiene un cúmulo de emociones diferentes cuando ve a un profesor desplazándose en el salón de clases o lo ve a través del holograma 3D y en tiempo real. De esta forma, el alumno se siente acompañado aunque físicamente el profesor no esté presente en el salón de clases.
La evaluación
que se hace a estas tecnologías permite observar que existe mucha mayor interacción en este esquema que en el tradicional, pues a diferencia de lo que ocurre en una aula clásica , en estos nuevos modelos todos los alumnos están “en primera fila”.
Además de todos los esfuerzos en torno al modelo educativo de vanguardia, es de vital importancia que agentes externos a las instituciones acrediten y avalen la calidad, tanto de los modelos educativos como del actuar general de las universidades; y me refiero aquí a los rankings internacionales que determinan a través de rigurosas metodologías, cuáles son las mejores universidades del mundo en sus diferentes categorías y áreas de conocimiento.
Con mucho orgullo puedo decir que hoy somos la universidad número 178 a nivel mundial y 5 a nivel Latinoamérica; asimismo nos encontramos en el top 30 de universidades privadas y número 1 en México, posiciones de acuerdo al QS World University Rankings 2019, uno de los rankings más importantes del mundo, que entre sus funciones para quienes los consultan, está: ser una herramienta para buscar las mejores universidades en un país , un campo de estudios o la empleabilidad de los alumnos por parte de las empresas .
En este contexto, las universidades del futuro tienen desde hoy un conjunto de retos entre los cuales hay que destacar, sin lugar a dudas, la calidad del contenido educativo, impartido en cualquier formato y en cualquier escenario. Se hace necesario cumplir con un estándar de calidad que permita a los alumnos desarrollar habilidades y competencias con las que puedan enfrentar las exigentes demandas laborales actuales y futuras.
Estos desafíos requieren de la participación más allá de la academia: gobiernos, sociedad, particularmente padres de familia, pueden ser agentes del cambio para lograr la transformación educativa que necesita nuestro país. Hoy se puede actuar para alcanzar la educación del futuro, que es hacia dónde debemos transitar como instituciones educativas .