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El efecto Donald Trump o el aumento en la tasa de interés por parte del Banco de México no evitaron que más mexicanos se endeudaran con la banca y contrataran más tarjetas de crédito en el primer semestre de 2017.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los siete bancos más grandes que operan en México tuvieron un saldo acumulado en tarjetas de crédito por más de 334 mil 819 millones de pesos en la primera mitad de este año, 8.9% más que lo registrado en el mismo periodo de 2016.

Así, BBVA Bancomer, CitiBanamex, Santander, Banorte, Inbursa, HSBC y Scotiabank concentraron 91.9% del total del saldo de todas las tarjetas de crédito que se utilizaron en el periodo enero-junio del año en curso.

Según los principales directivos de la banca en México, la confianza de un mejor desempeño de la economía y mejores hábitos en el uso de las tarjetas de crédito favorecieron su crecimiento.

“Esto quiere decir que el consumo utilizando la tarjeta de crédito en el sistema ha estado subiendo. Esto es muy buena noticia para la economía en general, porque han venido sorprendiendo los números en lo que va del año”, dijo el director de Citibanamex, Ernesto Torres Cantú.

De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el crecimiento del saldo total de la cartera de tarjeta de crédito de los 48 bancos que operan en el país, esto es, el monto que financiaron para el consumo de sus clientes aumentó 10% entre enero y junio de este año, con un monto acumulado superior a los 364 mil millones de pesos.

Los datos más actualizados de la CNBV sobre la contratación de nuevas tarjetas de crédito muestran que a abril pasado los plásticos aumentaron 7.5%, en comparación con el mismo periodo de 2016. En el mercado mexicano existen 24 millones 671 mil tarjetas en circulación, 1.7 millones más que en abril de 2016.

Los ganadores. De acuerdo con los datos de la CNBV, CitiBanamex fue la entidad financiera que tuvo el mayor incremento de saldo en tarjetas de crédito, al pasar de 7 mil 238 millones de pesos. En segundo lugar se ubicó Banorte, con una expansión de 6 mil 675 millones.

Por su parte, el banco más grande del sistema financiero mexicano, BBVA Bancomer incrementó su saldo en tarjetas por 5 mil 383 millones de pesos, seguido de Inbursa, con 3 mil 862 millones, y Santander, con un alza de 2 mil 821 millones.

En opinión de la analista de banca de Fitch Ratings, Verónica Chau, después de la crisis del año 2009 los bancos prácticamente redujeron su colocación de tarjetas de crédito.

“Este producto había sido una debilidad de la banca. A partir de 2016 los bancos grandes empezaron a retomar la colocación de tarjeta de crédito, pero 80% enfocado en su base de clientes; es decir, otorgando plásticos a sus propios depositantes, por lo tanto la estrategia fue no tanto salir al mercado abierto, sino aprovechar el conocimiento que tienen sobre el comportamiento de sus usuarios”, explicó.

Para la especialista, no sorprende el aumento en la contratación de tarjetas a pesar del alza en las tasas de interés, debido a que en el mercado mexicano aún existe un elevado número de población que no utiliza el crédito bancario.

“Por eso estamos viendo crecer tarjetas desde el año pasado en una economía que tiene un bajo nivel de inclusión financiera. En México todavía hay necesidad de crédito y la banca ha tratado de aprovecharlo”, explicó la analista.

Actualmente, la tasa de referencia del Banco de México se encuentra en 7%, su rango más alto desde el año 2009. Las tarjetas de crédito reflejan de forma inmediata un alza en los intereses, con lo que según cálculos de la Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), el costo de las tarjetas de crédito se ha encarecido al menos dos puntos porcentuales en el segundo trimestre del año.

“Las tasas ya son altas y es algo propio del producto porque es crédito minorista y porque tiene una mora más alta. La sensibilidad a la tasa de interés no se ha visto en los productos al consumo, todavía no se refleja en la demanda porque hay necesidad de crédito”, dijo Chau.

La especialista de Fitch Ratings dijo que hasta el momento la morosidad se ha mantenido estable en este producto de la banca; sin embargo, la inflación y los aún bajos índices de la confianza del consumidor en el país pueden afectar el impago de las tarjetas en los próximos meses.

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